miércoles, 11 de junio de 2008

IDEAS PARA UNA PROPUESTA METODOLÓGICA DE CAPACITACIÓN DOCENTE.

A MANERA DE INTRODUCCIÓN.
La experiencia ha demostrado que las capacitaciones impartidas a docentes por el MINED en los diferentes niveles del sistema educativo hasta el día de hoy no han dado los resultados esperados.
La educación continua en un declive que no se puede pronosticar hasta donde nos llevara la crisis que de desde hace mucho años está presente.
Pero tampoco hay que caer en la trampa de aquellos que aseveran que la crisis de la educación es de orden metodologica y tècnica más que otra cosa.
Pero lo que no se toma en cuenta es que en la sociedad capitalista actual todo esta en crisis. “Porque en crisis no solo esta el marxismo y la ciencias sociales, sino la racionalidad en general, lo cual no quiere decir que está en crisis solo la teoría, sino la vida misma”.[1] De a hí que quienes sostienen dicha tesis lo único que persiguen es ocultar las verdaderas causas de la crisis educativa.
Aunque si es pertinente reconocer que adolecemos en alguna medida de problemas de orden metodológico y técnico pero eso no basta para reducir la crisis educativa a variables que no son más que la expresión de la crisis profunda del modo capitalista de producción.
De ahì que en este contexto la mayor preocupación de los educadores y educadoras debería ser la búsqueda de explicaciones que por lo menos nos acerquen a las reales causas del problema para contribuir a la transformación de las mismas.
No hay duda de que vivimos en una sociedad capitalista y que por lo tanto,

“ el verdadero objeto a transformar es el tiempo histórico de la sociedad capitalista y a èl pertenecemos, aunque nos guste o no. Y lo hemos de superar en tanto lo conozcamos, es decir, en cuanto nos conozcamos; en cuanto nos destruyamos y construyamos a la vez la totalidad a la cual pertenecemos.
Todavía se piensa que el objeto a transformar está solamente allà; fuera; por eso la critica, deviene en vulgar crítica, es decir, en unilateral crítica. La escisión unilateral del todo es uno de los modos de ser de este tiempo histórico; a sí se comporta el pensamiento común, a sí se también se comporta cierto movimiento popular y también ciertos cuentistas sociales de inspiración marxista.

Otra de las formas de ser de este tiempo es la velocidad vertiginosa con la que se vive; se escribe mucho y se lee mucho, pero se reflexiona muy poco. En la comunidad científica también se habla de modas teóricas; ayer se era marxista, ahora se es Kuhniano, Foucauliano, mañana Keynesiano. . . se cambia de ropaje teórico tan fácilmente como una mujer elegante cambia de vestido. Hay tantas corrientes teóricas como mercancías en el mercado, para escoger. Se discute mucho, pero se dialoga poco, se reúnen los Cientistas Sociales para “discutir”, para demostrar que la posición teórica propia es la mejor, es la superior, cuando no la más revolucionaria; el objeto en este plano no es conocer, sino demostrar que se tiene la razón, y se logra cuando se tiene la mayoría de votos, o de aplausos, cuando no por razón de fuerza. [2]

La cita anterior nos debe de llevar a reflexionar en torno al tipo de capacitaciones que se pretenden impulsar para que estas realmente dejen huella y tengan aplicabilidad por parte de los docentes en ejercicio. Pero además, se debe dejar claro que no basta con adquirir una montaña de conocimientos sin antes haber sufrido desde luego un cambio de actitud en cada uno de nosotros hacia la docencia, es necesario que todos tratemos de superarnos académica mente pero sin abandonar nuestra formación interna la cual juega un papel trascendente en el proceso enseñanza aprendizaje.
Los docentes no deben de olvidar que los ojos de la sociedad están puestos en ellos y que mucho de la crisis de la educación se la atañen a ellos aunque no sean los únicos responsables, según Leonardo Rincón[3] “el educador debe tener identidad, es decir, una personalidad propia, definida, atractiva. . . debe “contagiar “por ósmosis” a sus estudiantes, es una premisa fundamental de que a veces se olvida o descuida. “ El conócete a ti mismo”. Este mismo pedagogo señala que en el mundo hay 50 millones de educadores: de ellos creo yo, dice hay varios millones de docentes, unos cuantos miles de profesores, pero muy pocos maestros. El educador y la educadora deben superar su pobreza cultural y científica sin que eso signifique llenarse de cartones y titulos pues pueden tenerse cada vez màs titulos y a la par menos calidad humana.
En el pasado y en la actualidad hay muchos que apenas tienen el titulo de maestro, sin embargo, eran y son auténticos maestros.
Paulo Freire[4] en su libro sobre la pedagogía de la autonomía plantea que” el profesor que no lleve en serio su formación, que no estudie, que no se esfuerce por estar a la altura de su tarea no tiene fuerza moral para coordinar las actividades de su clase” ser auténtico maestro implica asumir un compromiso, con la sociedad, con los estudiantes y consigo mismo, es procurar elevar los niveles culturales, es hacer crecer el pensamiento y esto parece que ha sido uno de los defectos de las capacitaciones que hasta hoy se han impartido.
Por eso reflexionar acerca de cómo deben ser las capacitaciones de los maestros me parece no sòlo una necesidad sino un compromiso ètico y moral que nos compete a todos los que estamos inmersos en el campo educativo. Evaluar nuestra práctica pedagógica constantemente debe ser un requisito indispensable para mejor la calidad de docencia.
La práctica educativa es algo muy serio sostiene Freire

“tratamos con gente, con niños, adolescentes o adultos. Participamos en su formación. Los ayudamos o los perjudicamos en esta búsqueda. Estamos intrínsicamente conectados con ellos en un proceso de conocimiento. Podemos contribuir a su fracaso con nuestra incompetencia, mala preparación o irresponsabilidad, preparación científica y gusto por la enseñanza, con nuestra seriedad y nuestro testimonio de lucha contra las injusticias, a que los educandos se vayan transformando en presencias notables en el mundo.[5]

Una de las probables razones para dicho fracaso de las capacitaciones se debe a que siempre han sido impuestas, por un lado, y por el otro no se ha partido de las necesidades de los docentes ni de los intereses de los mismos. De ahí que las capacitaciones se convierten nada más en un encuentro entre amigos. Además, los responsables de impartir las capacitaciones adolecen en muchas ocasiones del dominio necesario que se requiere para desarrollar dicha capacitación. Pero también están las capacitaciones “Light” es decir, capacitaciones disminuidas de sustancia de tal que no dejan en las docentes mayor aprendizaje. Que por cierto son las más solicitadas por algunos profesores pues no requiere de mayores esfuerzos intelectuales para su realización. Dentro de las temáticas preferidas se destacan: llenar los cuadros que les proporciona el MINED, capacitación sobre autoestima, superación etc. Obviamente con este tipo de capacitación se esta atrofiando la capacidad de pensar del maestro sin duda, pero se garantiza la perpetuación del sistema de dominación basado desde luego en la explotación del hombre por el hombre.
Como resultado de este tipo de capacitación se tiene un maestro acrílico, obediente, apático e indiferente y dócil. Por lo que el sistema se encuentra feliz y contento porque ha logrado su finalidad. En cambio con aquellos que no se han dejado atrapar con las migajas que les da el sistema son vistos como antisociales, inadaptados a los tiempos de cambio por lo que hay que buscar una estrategia para separarlos de su cargo porque son nocivos para la democracia neoliberal.
¿Como se puede superar esta desidia de los maestros en cuanto a superarse intelectualmente? ¿Cuál debe de ser la metodología a emplear? ¿Cuáles son los ejes temáticos que se deben desarrollar? ¿La capacitación debe ser sólo técnica? ¿Deben los docentes reflexionar sobre su práctica pedagógica? Esta y otras interrogantes serán planteadas en este seminario.



PROPUESTA MATODOLÒGICA.
MOMENTO 1.
En primer lugar cualquier seminario o curso de capacitación o formación docente debe iniciar con una reflexión acerca de la práctica pedagógica de los mismos. No podemos decir nada ni mucho menos saber de nuestras dificultades y necesidades si no nos interrogamos acerca de lo que se hace diariamente en las aulas. De allí se desprende la necesidad de plantearnos algunas interrogantes. Las cuales deben formularse tomando en cuenta dos niveles:
1. Nivel general. En este nivel se trata de ubicar el problema en el contexto económico político e ideológico. En este caso la practica pedagógica, ya que ningún fenómeno se produce al margen de dicha realidad. Hay determinar que características asume el hecho educativo y por qué asume dichas características. En este sentido podemos iniciar con una pregunta general ¿Qué es la sociedad capitalista? ¿Qué elementos la conforman? ¿Cuáles son sus contradicciones internas y externas? ¿Qué significa ser docente en esta sociedad? ¿Cuál debe ser mi papel que debo asumir como profesional de la educación? ¿Què es la práctica pedagógica? ¿Què elementos conforman la pràctica pedagógica? ¿Cuáles son las contradicciones de la práctica pedagógica? ¿Cuál es el papel que como intelectual de la educación me corresponde asumir en momentos en las condiciones materiales de vida de mayorías poblacionales indigente y de inequidad social?
¿Soy realmente un simple técnico de la educación o soy un intelectual que debo conquistar mi lugar como profesional?
2. Nivel particular. Aquí cabe hacernos preguntas que están relacionadas con el quehacer específico de cada uno. Por ejemplo, ¿Cómo planifico mi clase? ¿Cómo es mi relación con los alumnos y alumnas? ¿Realizo un diagnostico situacional para conocer las fortalezas, amanazas y oportunidades? ¿Mi pràctica pedagógica es repetitiva, mecánica y autoritaria? ¿Estoy consciente del daño que les causo a mis alumnos cuando asumo una actitud autoritaria y represiva? ¿Conozco el verdadero significado y sentido de la evaluación del rendimiento académico de los alumnos y alumnas? ¿Incentivo a los alumnos y alumnas para que participen y tengan un buen rendimiento académico? ¿Cuando imparto mis clases trato de poner al niño y la niña en contacto con la realidad que ellos viven o sòlo me concreto a repetir los textos del MINED de otras instituciones capacitadoras? ¿Tengo el hábito de la lectura? ¿Antes de impartir una clase me informo lo suficiente para desarrollar el contenido? ¿Desarrollo el programa de la asignatura al pie de letra o le hago modificaciones para ajustarlo a la realidad? ¿Me preocupo por superarme académicamente para mejorar mi pràctica pedagógica? ¿Es adecuada la metodología que empleo en el proceso enseñanza aprendizaje? ¿Les reviso detenidamente las tareas a los estudiantes? ¿Les evaluó con objetividad y justicia las tareas y exámenes a los estudiantes? ¿Evaluó las actitudes, los valores y comportamiento a los estudiantes? ¿Me irrito cuando los estudiantes no prestan atención?
¿He reflexionado alguna vez por qué los estudiantes no prestan atención en clases? ¿Mi práctica pedagógica es neutral o apolítica? ¿Qué relación tiene mi práctica pedagógica con la politica?

Obviamente hay màs cuestiones en torno al quehacer pedagógico de los docentes en ejercicio sin embargo, bastan estas cuestiones para que reflexionemos de lo que estamos haciendo.
La reflexión sobre la pràctica pedagógica no es exclusiva de los niveles educativos básicos o medios este debería ser un ejercicio permanente de los docente s de la universidad ya que en este libre juego de pensamiento descubrimos y nos redescubrimos a nosotros mismos, es decir, encontramos nexos y vínculos entre los fenómenos que están afectando el proceso, corregimos y avanzamos hacia peldaños superiores y en esa dialéctica vamos negando y rehaciendo la historia nuestra y de la educación. Entonces pensar se constituye para el docente en ejercicio un requisito sine quanon que no puede estar ausente de su pràctica pedagógica. En este sentido el docente dejaría de ser un reproductor de la ideología de la iniquidad transformándose en un profesional comprometido con el cambio. En este mismo sentido el pedagogo Mexicano Miguel Díaz Barriga[6] se hace una interrogante en torno a lo que venimos planteando ¿Los docentes deben ser agentes de reproducción o sujetos de transformación? Y plantea [7]“la respuesta está en relación con la problemática de resolver una formación docente al servicio del disciplinamiento y el orden social establecido o una formación docente como eje central de una educación liberadora, cuya consecuencia inmediata sea la construcción de una democracia fundada en un imaginario social autónomo, critico y creativo, que permita revertir el actual estado de desigualdad socioeconómica.”
MOMENTO 2.
Un segundo momento sería determinar junto con los docentes los ejes sobre los cuales debería estructurarse el seminario o curso de capacitación. Se partiría desde luego, de las necesidades e intereses de los docentes pero evitando caer contenidos de orden técnico como los que se mencionaban en la introducción de este documento sino contenidos que coadyuven a desarrollar el pensamiento lógico cognitivo, pues la debilidad de nuestro sistema educativo estriba en la incapacidad de llevar al educando a desarrollar su capacidad de raciocinio, situación que es preocupante en tanto que son los futuros ciudadanos quienes tendrán la responsabilidad ética y moral de construir una sociedad justa y equitativa. De modo que, los ejes temáticos a desarrollar deben ser el resultado de un consenso y no la imposición de un grupo.
MOMENTO. 3
Un tercer elemento sería la distribución por equipo las temáticas que investigarán. Pero previo el equipo tendrá que identificar los aspectos o variables que se quieren indagar. Una vez determinados dichos aspectos hay que recurrir a las fuentes teóricas que tratan el fenómeno que se estudia. Luego se hace la revisión bibliogràfica y se procede a elaborar un proyectito de investigación, el cual se ejecutará en el tiempo que se haya definido para el seminario o curso.

MOMENTO 4.

En esta fase cada equipo tendría que comprometerse a desarrollar la fase de la investigación para la fecha se le señale. Ya que de lo contrario no se lograrían los objetivos propuestos. Además, tendrá que estar el docente asesor en cada jornada de trabajo. Esto con el propósito de aclarar dudas e interrogantes que los docentes tengan.

JUSTIFICACIÓN DE LA PROPUESTA.
La propuesta nace con la intención de romper con el esquema tradicional de capacitación docente en la que se trata al docente como si fuera ignorante, como si fuera un niño. Se parte de la pedagogía que utilizamos para instruir al niño, utilizamos los mismos métodos para enseñar, pero nos olvidamos que los docentes todos son adultos, pues biológica, psicológica y socialmente son distintos, con intereses y aspiraciones distintas, por lo tanto, la metodología deberìa ser distinta, es decir, andragògica. Por otro lado, cuando al docente se le impone deja de ser èl y se convierte en una pieza màs del engranaje social que es utilizado solamente para procurarar la conservación del sistema social imperante. No obstante, bajo esta nueva metodología se está recobrando el estatus de profesional intelectual de la educación y transformándose en sujeto y no en objeto de su propia formación. De igual manera, esto metodología nos orientará para que los docentes se conviertan en investigadores y productores de conocimiento y no en simples repetidores de textos extranjeros que tanto daño les hacen a nuestra educación.

OBJETIVOS DE LA PROPUESTA.
1. Desarrollar una metodología para la formación docente en ejercicio que rompa con las metodologías tradicionales.
2. Comprender la práctica pedagógica como una totalidad integral que permita a los capacitando una reflexión teórica y empírica de su quehacer educativo diario.
3. Construir con todos los docentes una metodología participativa y de consenso en torno a sus problemas y necesidades más prioritarias en el aula.

[1] Juan José Bautista. Realidad, práctica social y construcción del conocimiento. En torno al problema del compromiso intelectual. En revista Mexicana de sociología. P. 4

[2] Ibid. P. 2
[3] www.Google.com. P. 7
[4] Paulo Freire. Pedagogía de la autonomía. P. 88
[5] Ibid. P. 88
[6] WWW.Google.com. Miguel Ángel Díaz Barriga. La dimensión teórica, histórica y politica de la didáctica: Reproducir o transformar?
[7] Ibid. P. 8

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