jueves, 10 de julio de 2008

viernes, 13 de junio de 2008

¿EVALUAR O HACER EXÁMENES?

Con mucha frecuencia se escucha a los docentes de los distintos niveles del sistema educativo hablar de evaluación como sinónimo de examen. Esta es una confusión que data desde hace mucho tiempo sin que hasta la fecha se haya logrado superar, es más se le asocia como sinónimo de calidad y eficiencia de la educación. Es decir, que la calidad se mide por la cantidad de exámenes que los alumnas y alumnos realicen; esto queda mejor evidenciado con el Ministerio de Educación, en donde para todo hay que realizar pruebas objetivas, así los docentes para pasar a un nivel determinado tienen que someterse a una prueba, los bachilleres tienen que someterse a otra y los estudiantes de profesorado a otra. Es en realidad una interminable cadena de pruebas; supuestamente para “mejorar la calidad de la educación”.
Ahora bien, si nos trasladamos al nivel de educación superior nos encontramos casi con el mismo fenómeno, las autoridades de cada Facultad están interesados en realizar cada vez más exámenes, laboratorios, actividades extraclase con la finalidad de mejorar la calidad de la educación.
Pero es duramente censurado aquel o aquellos docentes que no se apeguen a esos lineamientos, pues se le considera que está atentando contra la calidad de la educación. De igual manera, se cuestiona solapadamente aquellos docentes que no tienen como criterios para promover al alumno el examen. Pues para ser buen docente hay que ser como dicen en el caló salvadoreño “yuca” ser poco comunicativa con el alumno, lograr que el estudiante le tenga miedo para que en última instancia el docente imponga su santa voluntad.
Esta situación la padecen miles de estudiantes que cada ciclo tienen que lidiar con esta problemática la que a todas luces parece normal. No obstante, detrás de toda esa problemática se esconde una concepción anacrónica y política de la educación y de la evaluación; que es necesario superarla en el menor tiempo posible. Porque por muy critica que pretendamos hacer muchas veces la clase, por muy excelente discurso del profesor y por muy profundo que sea su análisis no pasará de ser un discurso para la dominación y alienación de los educandos. Pues educar es muy diferente a informar, a transmitir conocimientos; educar es desarrollar potencialidades que vienen con el sujeto no es llenarlo de información para que la repita, educar es mostrarle un camino lógico, racional basado en la ciencia y la experiencia. Por esa razón la evaluación debe de ir en busca de explorar lo más que se pueda esa capacidad de raciocinio que es natural de los hombres. De allí que los instrumentos de que hagamos uso para evaluar a los educandos no deben ser los más fáciles de calificar (pruebas objetivas) sino aquellos que nos permitan a ciencia cierta verificar que el alumno o la alumna ha comprendido. La educación al igual que la evaluación tiene que estar arraigada en una concepción del mundo de la sociedad y de la vida, pues sólo así podemos caminar con paso firme hacia el perfil de hombre que deseamos formar, para que sociedad, que tipo de valores debemos inculcar para superar el hombre alienado y confundido que hoy se tiene. Un hombre que supere la tentación del consumismo y se ajuste a vivir una vida con dignidad, es decir, que viva la vida como hombre.
En este sentido la Universidad debe abandonar la concepción estrecha y alienante de la educación como de evaluación pues en la medida en que nos mantengamos sobre la base de la concepción pragmática utilitaria de la evaluación y educación en esa misma medida nos volvemos cómplices por mantener las estructuras de dominación injustas.
Para nadie es un secreto que el aprendizaje en la Universidad es un proceso de repetición constante de conceptos, teorías que están plasmados en los libros, que por lo visto han sido el resultado de investigaciones en otros contextos, por lo tanto, los exámenes se concretarán a repetir lo estudiado. De ahí que el único incentivo que tiene el educando es memorizar y vomitar una gran cantidad de datos que fueron entregados por algún sesudo docente.
Esta situación es la constante que se observa en todas las Facultades de la Universidad de El Salvador. Lo grave de esta problemática es que al educando lo atiborran de información y de exámenes que no le dejan espacio más que para memorizar.
El debate, la discusión, el análisis de la realidad nacional e internacional está ausente dentro de esta lógica. Esta situación lleva al estudiante a un proceso lento pero seguro de deshumanización y de alienación, entonces la educación se transforma en el instrumento de dominación porque el educando no logra salir de su estado de esclavitud en el que se encuentra. Por otro lado, la Universidad pierde su verdadera función de ser forjadora de conciencia crítica de sus profesionales. Es obvio que no se puede generalizar y decir, que todos los docentes se concretan a eso pero sí es un alto porcentaje de docentes que piensan que sí un alumno no le escribió el concepto que preguntaba en el examen tal como está escrito en el libro ese punto está malo. ¿A qué se debe esta practica pedagógica de los docentes de la Universidad? Probablemente se debe a la falta de formación pedagógica y didáctica. Lo cual nos lleva ignorar el verdadero significado del concepto evaluar. Por esa razón en este breve documento me propongo deslindar lo que es evaluar y lo que no es evaluar.
Por ejemplo, según Cayetano Estévez Solano, hacer exámenes, laboratorios, trabajos exaubla, esto no es evaluar, esto en el mejor de los casos es cuantificar el cúmulo de conocimientos que los educandos han adquirido o sí se han logrado los objetivos propuestos por el docente. Pero de eso a decir que se ha evaluado hay mucha distancia. Por otra parte, evaluar no es calificar el comportamiento, los conocimientos, las destrezas adquiridas por el estudiante, ya que resulta muy difícil medirlos de manera objetiva por las respuestas que ellos les proporcionan al docente en una prueba escrita. Este afán por conseguir una buena calificación es la que ha llevado a los estudiantes a desarrollar cierta desidia por el estudio y pasar el nivel ya sea copiando o haciendo trampa con lo cual evade la responsabilidad por el aprendizaje.
En esta misma dirección, Estévez, sostiene que la evaluación no es un examen o prueba a la que el alumno se aproxima con miedo y temor al término de un periodo o semestre. La práctica tradicional en la educación ha reducido la evaluación a un examen riguroso, no por su exigencia científica sino por lo complicado de pasarlo. El miedo, con el cual llega el examinado a estas pruebas, bloquea su cerebro y capacidad de recordar, en vez de estimular el análisis y búsqueda de soluciones.

El fin del estudiante en estos casos es pasar como sea y se olvida por completo que la cuestión es formarse, afianzar conocimientos. El examen pasa a ser una prueba que exige una repetición mecánica y no una reflexión crítica sobre lo estudiado. En el aula se teje una comedia farsante en que el maestro asume el papel de policía y los estudiantes que buscan eludir la vigilancia y ser descubiertos en su trampa. La más grave consecuencia de la evaluación reducida a un examen en que se buscan buenas notas. . . es que ha degradado y corrompido el acto de aprendizaje. (Holt, John. El fracaso de la escuela. Citado por Cayetano Estévez Solano, en la evaluación integral por procesos. P. 15)


En esta misma dirección Estévez, sostiene que:

La evaluación no es una medición de conocimientos adquiridos u objetivos alcanzados, ya que no tiene sentido rechazar a quienes no logren en la proporción requerida como mínimo. Hay que superar las barreras que menoscaban el ritmo personal del rendimiento de un educando, su autoestima y motivación. Su derecho a educarse integralmente no puede truncarse porque no alcanzó determinada nota o medición o el promedio para pasar. Esto es mucho más grave, cuando no lograr esta medición mínima es sinónimo de fracaso y derrota que conducen a la apatía, al descuido y falta de interés en el desarrollo de las actividades escolares. (Cayetano Estévez op cit. P. 15).



Sí lo planteado hasta aquí no es evaluación entonces ¿Qué es la evaluación?
Cuando el docente verifica el rendimiento de sus alumnos y alumnas en torno a la realización de un examen, una actividad extraclase, el desarrollo de habilidades verifica el logro de los objetivos está evaluando, pero esto no tiene la finalidad de poner una nota sino observar y analizar como avanzan los procesos de aprendizaje y de formación de los educandos. “El fin de la evaluación como parte de lo educativo es propiciar la formación integral y no exclusivamente calificar. Lo importante no es que nota se obtuvo o cuanto se sacó sino qué se logró y cuánto aprendió” (Ibid. P.16).
Entiéndase bien que no estoy diciendo que no hay que hacer exámenes lo que aquí se está cuestionando es que la finalidad de los exámenes y demás actividades no debe ser la poner calificación alguna sino valorar el proceso. La evaluación debe ser un instrumento que le permita al docente y al estudiante hacer una valoración de los factores que han determinado el éxito o el fracaso. Así como identificar esos factores que están entorpeciendo el proceso. Por ejemplo, qué docente reflexiona sí su metodología no es la mejor, sí su relación con el estudiante es buena o mala. ¿Cuando los docentes hacemos las valoraciones pertinentes después de obtener las calificaciones de los estudiantes? ¿Cuál es la confianza que le brindamos al estudiante para tener una mejor comunicación? ¿Qué sabemos de los problemas de los estudiantes sobre todo cuando la mayoría son adolescentes?
Entonces la evaluación es una reflexión que nos pone en consonancia sobre los factores o causas que determinan un resultado positivo o negativo. El propósito de la evaluación sostiene Estévez no es identificar a los que tuvieron éxito o quienes perdieron o fracasaron, sino orientar el trabajo de unos y otros. Por eso el análisis debe ser individual y grupal.
Por su parte, Hugo cerda Gutiérrez, nos plantea que la evaluación tiene como finalidad la mejora de la práctica educativa y no se puede convertir en una amenaza o en un castigo, en un ajuste de cuentas o simplemente en una herramienta coercitiva para descalificar un grupo de estudiantes. (Hugo Cerda Gutiérrez. La evaluación como experiencia total. P. 45). Además, este mismo autor nos coloca en la perspectiva de que el maestro debe saber qué sentido tiene la evaluación, al servicio de quién se va a poner, en qué condiciones se va a realizar, quién va a leer los informes, etc. No hay que olvidar que lo que se evalúa es hecho educativo y no se puede convertir en una herramienta de dominación y de poder al servicio de intereses particulares.

LOS RICOS CADA VEZ MÁS RICOS, LOS POBRES CADA VEZ MÁS POBRES: ¿QUIÉN TIENE LA CULPA?

“Sí un hombre da un golpe físico a otro y le causa tal daño que provoca la muerte, le llamamos a esto asesinato y si el criminal supiera, de antemano, que el daño va a ser mortal, llamaremos a este acto, crimen premeditado. Ahora bien, la sociedad pone a cientos de miles de trabajadores en una situación tal que, inevitablemente, están condenados a una muerte tan violenta como la del que muere por efecto de la espada o de una bala; sí la sociedad priva a millares de su de sus miembros de las condiciones necesarias de vida y los coloca en una situación que no pueden vivir; si los mantiene en esas condiciones con el fuerte brazo de la ley hasta que les llega la muerte como consecuencia inevitable de esa situación; sí la sociedad sabe perfectamente, que esos millares de individuos deben caer victimas de tales condiciones y, sin embargo, no pone fin a este asesinato exactamente como el que comete un individuo, sólo que más oculto, pérfido, un asesinato contra el que nadie puede defenderse, y que es obra de todos y de nadie, porque la muerte de una víctima parece natural y porque no es tanto un pecado por acción como por omisión, y con todo, no deja de ser por ello un asesinato”. (Shishkin A. F. Ética Marxista, p. 337) ¿Cuáles son las causas de todos estos asesinatos, miseria, hambre, desnutrición, falta de acceso a la salud, corrupción, narcotráfico y pobreza? Es obvio que mientras vivamos en una sociedad fundamentada en la propiedad privada sobre los medios de producción y obedeciendo únicamente a las leyes del mercado y a la voracidad de los capitalistas, mientras la ganancia sea el móvil de la producción y los seres humanos estén en el segundo plano; los asesinatos, continuarán aumentando y la desesperanza se irá apoderando, en mayor medida, de las mentes de los hombres y mujeres que hemos sido sometido a los designios del sistema capitalista. Sin embargo, hoy es cuando los hombres y mujeres no debemos dejar que esa esperanza muera porque eso sí es peligroso porque dejaríamos a sus anchas a aquellos que siempre han luchado por imponer su dominación absoluta a los más débiles. Por lo tanto, no podemos dejar tampoco de reflexionar sobre nuestra vida, nuestra realidad social, por eso hay que preguntarse ¿Cuántas enfermedades son producidas por la repulsiva sed de lucro de la burguesía? Las mujeres quedan incapacitadas para procrear; los hijos quedan lisiados; los hombres, sin fuerzas; los miembros quedan lacerados y generaciones arruinadas, agotadas por las enfermedades y todo ello para llenar los bolsillos de lo burguesía.
Cuando miramos en las calles a millares de niños y niñas a temprana edad hueliendo pega, pidiendo, fumando marihuana etc., niñas menores dedicadas a la prostitución; a la delincuencia común y organizada; cuando observamos diariamente a millares de salvadoreños y salvadoreñas escudriñando los recipientes de basura para extraer de allí los desperdicios para subsistir. Entonces nos damos cuenta de lo cínico, demagógicas, antipopulares, antidemocráticas que resultan los discursos de los gobernantes y funcionarios que “hacen discursos y que el pueblo los entiende” como diría Oswaldo Escobar Velado, cuando se dirigen al pueblo diciéndoles que están trabajando para mejorar las condiciones de vida de los pobres. Mientras, tasas de pobreza se profundizan.
Da coraje también cuando estos “dizque” gobernantes, sin escrúpulo se enriquecen con los bienes del pueblo; mientras este mismo pueblo se muere de hambre, se hunde en la miseria, carajo ¿Qué clase de hombes son estos que no tienen lo más mínimo de moral?
Sin embargo, cuando el pueblo se levanta en protesta ante tal situación, saltan los ideólogos, los sirvientes y lacayos del capitalismo, afirmando que esas actitudes, que ese comportamiento atenta contra la democracia, la institucionalidad y la moral del pueblo.
Por otra parte, el burgués, los pequeños burgueses y los intelectuales vendidos al capitalismo sólo cierran los ojos ante estos hechos indiscutibles; porque sus ojos están puestos en la economía de libre mercado y, cualquier comportamiento que no encaje con ese pensamiento es considerado como inmoral o en el peor de los casos comunista desfasado. De igual manera, se comportan los intelectuales, pequeños burgueses que se sostiene con las migajas que dejan los capitalistas; pero son incapaces de denunciar de denunciar la triste realidad que viven millares de salvadoreños y salvadoreñas porque ellos y ellas han sido templados en los mismos crisoles de la inmoralidad para continuar el asesinato en masa de muchos miles de hermanos y hermanas salvadoreños.
INTERROGANTE EN TORNO AL DOCUMENTO.
¿Es moral el sistema capitalista?
¿Quiénes son los asesinos del pueblo salvadoreño?
¿Es ética la actitud de los intelectuales ante la incapacidad de denunciar la realidad que viven los salvadoreños?
Cuál debería ser la actitud de los salvadoreños y salvadoreñas para combatir al sistema capitalista?

LA HISTORIA Y NOSOTROS

INTRODUCCIÓN.
No hay duda de que cuando se suscitan acontecimientos como los resultados de las elecciones de marzo del presente año; se genera un pensamiento desconcertador en la mayoría de la población consciente. Esto sucedió sin lugar a dudas después de haber escuchado los resultados de las mismas. En consecuencia, surge un pensamiento tan profundo que se apodera durante largo tiempo en nuestras conciencias y el cual muchas veces nos lleva a asumir una actitud de indiferencia, otras veces a perder nuestra dimensión histórica por la que se ha venido luchando y debemos continuar luchando.
Es obvio que ante la derrota nadie sale fortalecido. Sin embargo, cuando se tiene conciencia de clase y memoria histórica esos acontecimientos sólo deben de servir para templar nuestra conciencia y tener la valentía de evaluar y corregir los errores que se hayan cometido.
Ahora bien, la dialéctica materialista nos enseña que la historia de un pueblo no se escribe de una sola vez; sino que esta es el fruto de una lucha sin tregua, sin parar. Es una lucha en la que las clases dominantes tienen mayores y mejores recursos para impedir que las clases oprimidas logren de una vez su liberación. Por esa razón los hombres y mujeres que tenemos memoria histórica, jamás debemos de asumir una actitud derrotista y fatalista. De ahí la necesidad de conocer la historia, nuestros orígenes, nuestras raíces, nuestros valores, tradiciones y cultura. Pero ¿QUÉ ES ESO DE MEMORIA HISTÓRICA?
La memoria histórica de un pueblo, definida de manera sencilla es no olvidar lo aprendido, aquellos valores morales, tradiciones, hechos que al pueblo le ha costado sudor, lucha e incluso sangre, es no perder nuestra identidad, lo que nos hace auténticos y originales. Tener memoria histórica es luchar junto al pueblo oprimido por rescatar la justicia social, la democracia y que se haga realidad y no un slogan publicitario de las clases dominantes y de los funcionarios de turno. Tener memoria histórica es no repetir los errores del pasado.
El objetivo de este documento es proporcionar un concepto aproximado de memoria histórica, que nos permita sobre esta base discutir los términos de la historia y evitar en lo posible impartir una historia superficial, sino aquella que nos lleve a conocer nuestras raíces y asumir una opción de clase como tal.
EL HOMBRE SIN MEMORIA”.
Imaginemos por un momento al personaje de la novela de Franz Kafka, la Metamorfosis. Un día se despertó convertido en un insecto.
Cambiemos un poco el símbolo y en vez de convertirlo en insecto quitémosle la memoria. Y bien, nuestro Gregorio Samsa un día se despertó sin memoria: de pronto como dicen la gente común, “se le borró la cinta”. Nuestro pobre Gregorio es ahora el más débil de los hombres: no recuerda nada, ni quien es, ni de donde vino, no tiene un cuadro referencial que lo ubique en una familia, una clase social, un trabajo, un país, un tiempo histórico. Es peor que un bebe, dado que este cuenta con toda una vida por delante, en cambio Gregorio ha desperdiciado (puesto que no lo recuerda) un pasado que no volverá. Y ello implica que matemáticamente tiene menos años por vivir. Puede llegar un buen psiquiatra e intentar su cura, en tanto se esfuerza por enseñarle (reenseñarle) si quiera lo elemental para que pueda sobrevivir en esta sociedad.
Pero puede suceder lo contrario: que alguien – o algunos – lo manipulen a su antojo, lo exploten y roben, lo conviertan en un esclavo o un criminal. Por otra parte, esa página en blanco que es todo su pasado podría rescribirse o mancharse. De cualquier manera, Gregorio es un ser indefenso, débil y dependiente.
Traslademos este ejemplo, de Gregorio a un pueblo cualquiera. ¿Qué pasaría a un pueblo sin memoria, a un pueblo, en otras palabras, sin historia? Por ejemplo, El Salvador, que ha perdido sus costumbres, su identidad cultural, su personalidad como pueblo y se ha transformado en un instrumento de las clases poderosas. Más aún, hoy que en El Salvador, ni siquiera cuenta con su propia moneda después de la dolarización, hoy que los gobiernos de ARENA han entregado y pisoteado la soberanía nacional. Momentos en que la soberanía es mancillada por los países hegemónicos, con la complacencia desde luego de los gobernantes que sólo obedecen los dictados de Estados Unidos pero en ningún momento los del pueblo. Alguien dijo hace muchos años que “los países que no aprenden de su historia están sujetos a repetirla”
Esta situación la acabamos de experimentar en las elecciones para presidentes en marzo de este año. Un pueblo que vive una miseria extrema, hambre, desnutrición, analfabetismo, delincuencia, corrupción, y que todo esto es el resultado de muchísimos años de injusticia, a este pueblo lo volvieron a dormir con falsas promesas, mentiras, terror y miedo. ¿A hora este pueblo tiene que repetir su historia y soportar otros cinco años más de sufrimiento.
¿A Qué se debe la ingenuidad de este pueblo? Al inicio de este documento planteábamos la parábola de Gregorio Samsa, que había perdido la memoria y que por eso era un ser débil y fácil de manipular. Pues esta es la situación del pueblo Salvadoreño. Ha perdido su memoria histórica y ahora no sabemos quienes somos, de dónde venimos y hacia donde vamos. Como dice el poema de Oswaldo Escobar velado, patria exacta” Esta es mi patria, un montón de hombres; millones de hombres; que no saben siquiera de donde viene el semen de sus vidas inmensamente amargas”. Esta es mi patria: un río de dolor que va en camisa y un puño de ladrones asaltando en pleno día la sangre de los pobres” Cuando un pueblo olvida o desconoce su historia, cuando de manera intencional las clases dominantes como lo hacen hoy en día tratan de distorsionar los hechos, lo que en el fondo están buscando es borrar la memoria histórica de un pueblo. Porque un pueblo sin memoria histórica es como Gregorio Samsa, débil, sometido, indefenso y le toca bailar al son que los países hegemónicos le imponen. Cuando un pueblo, pierde sus valores tradicionales, sus costumbres, su idiosincrasia, sus creencias y asume otras a jenas a su cultura pierde su identidad y se niega como pueblo.
Esta situación la podemos llevar al plano profesional y el fenómeno es el mismo, un profesional que ha perdido su referente histórico, sus valores está más cerca de convertirse en una veleta, fácil de manipular, en lobo del hombre.
Cuando este fenómeno se da lo más probable es que tienda a buscar identificaciones (imitaciones en otros pueblos, o explicaciones absurdas e ilógicas) en otras Historias. Esto lo llevará a una dependencia cultural, paso importante para la dependencia de los demás niveles (o si se quiere, culminación de las demás dependencias previas).
Surge entonces algunas interrogantes como estas: ¿Qué le sucede a los salvadoreños y salvadoreñas en la actualidad? ¿Cómo es posible que hasta hace unos cuantos años la historia nos la escribían los extranjeros y muchas veces la escribía de acuerdo con los intereses de las clases dominantes? ¿A acaso la profunda ignorancia y alienación que padece el pueblo Salvadoreño no es el resultado de la falta de ese referente histórico? ¿No es cierto que aún en la actualidad hay personas entre ellos profesionales que dicen y para qué estudiar la historia? ¿No es cierto que todo lo que viene del extranjero lo aplaudimos y lo valoramos hasta limites exagerados pero rechazamos lo nuestro por considerarlo de baja calidad?
No hay dudas que somos una cultura con ningún referente histórico y por eso somos presa fácil del dominio que ejercen las grandes potencias capitalistas sobre los países atrasados; que poco a poco han ido creando una seudo cultura masificada que cada día se Ha ido imponiendo en todos los países del mundo.

¿QUÉ ES LA MEMORIA HISTÓRICA?
La memoria histórica de un pueblo, puede ser definida de manera sencilla, es no olvidar lo aprendido, es decir, aquellos valores, tradiciones, creencias, hechos que al pueblo le ha costado sudor, lucha e incluso sangre, es no perder nuestra identidad, lo que nos hace ser como somos y no otros, es también no olvidar nuestras raíces, nuestro origen histórico. Tener memoria histórica es luchar junto al pueblo oprimido, por construir una sociedad justa y democrática. Una sociedad en la que todos podamos vivir con dignidad y oportunidades.
No hay duda que en este país ya somos muchos los que no hemos perdido la memoria histórica, pero hay una buena cantidad de personas que repiten la memoria histórica dominante. Ya que como se decía en la introducción hay dos tipos de memoria: una de las clases dominantes y otra de las clases oprimidas.
Ustedes son testigos de la historia dominante que nos tratan de vender por los medios de información. Por ejemplo, hace algunos años recuerdo que se transmitía un programa en el canal dos de televisión se llamaba “hoy en la historia” en el se hacía un recuento de los hechos más relevantes de la historia mundial. Sin embargo, nunca se nos explica porque sucedieron los hechos, porque lo importante no es saber que sucedió sino por qué sucedió. Porque memoria histórica no es saber que color era el uniforme de los soldados de la primera y segunda guerra mundial, o cuáles eran los tipos de aviones, que bombardearon Irak hace algunos años o quien fue la mis universo de El salvador, en el año de 1975, tampoco es memoria histórica, la vestimenta que traía puesta Cristóbal Colón con sus tres carabelas.
Ahora bien, si el recuerdo no contempla una visión holistica de la historia no se le puede llamar memoria histórica. Para que se pueda asumir como memoria histórica debe al menos ser una interpretación científica de las causas que originó a dichos fenómenos. Por que no es lo mismo decir que las causas del conflicto en El Salvador, se debió a la intervención de Nicaragua y la Unión Soviética sin considerar las contradicciones sociales internas que se estaban dando en nuestra sociedad.
No obstante, hay que destacar que ese recuerdo puede resultar sumamente peligroso cuando se asume una historia lineal sin causas, por ejemplo, cuando una persona no conoce las causas reales de los acontecimientos la historia se deforma, así para algunas personas, que aunque están viviendo en la miseria, hambre y que más de alguna vez han sufrido las embestidas de los cuerpos represivos ( Guardia Nacional, Policía de Hacienda, Policía Nacional en épocas pasadas) puede creer que eso es natural, por que para eso están. Para poner orden. Por otro lado, van a tildar de desestabilizadores a todos aquellos que luchan por construir una sociedad más justa. Mientras esa gente no tenga una explicación científica no pueden ni van a cambiar su actitud y continuarán sin memoria histórica.
Las clases dominantes no solamente nos tratan de imponer sus designios sino que además, tratan por todos los medios de borrar de nuestra mente cualquier indicio que nos lleve a conocer nuestras raíces históricas ya que ese es un medio para que nos enteremos de lo que éramos; por eso no es casualidad que a la llegada de los españoles a tierras de América destruyesen todo lo que encontraban a su paso con el propósito de borrar cualquier vestigio de la cultura aborigen.
Por esa misma razón observen ustedes que poco a poco ha ido desapareciendo la enseñanza de la historia en El Salvador, aunque en la Constitución de El Salvador, se establezca la obligatoriedad de la misma.
“Recordar que un día fuiste libre es peligroso para el que hoy se aprovecha de tus cadenas” ( WWW.Google.com. Pedro García. La memoria histórica).
Pero sí analizamos la otra cara de la moneda nos damos cuenta que la memoria histórica de las clases oprimidas “es un instrumento básico e imprescindible para identificar las causas de la opresión, del dolor, de la guerra, de la dominación. Un pueblo que guarde memoria histórica es un pueblo dueño de sus destinos”. (Ibíd. P. 4)
En consecuencia, eso es algo que hay que impedir a toda costa, para ello las clases dominantes invierten cantidades exorbitantes para evitar que el pueblo conozca su realidad histórica.
La recuperación de la Memoria Histórica es el primer paso para recuperar nuestro futuro como pueblo libre y dueño de su destino.

ACULTURACIÓN HISTÓRICA Y SUS EJES IDEOLÓGICOS.

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN MASIVA. El mensaje general y el objetivo es el mismo. Destruir nuestra identidad. Ponernos la suya para sojuzgarnos mejor. ¡Dale a la cabeza y lo demás cae sólo! Ese es el lema básico en esta estrategia generalmente disfrazada de cultura, entretenimiento, diversión o Ciencia.
ENFOQUES PRETENDIDAMENTE SERIOS DE LA HISTORIA. Los intelectuales de las potencias manejan una Pseudo Ciencia, ya que:
Suponen que la historia es sólo una sucesión de acontecimientos sin ninguna relación entre sí, en donde la causalidad es reemplazada por la casualidad.
INTERPRETACIÓN CAUDILLISTA. Estas teorías euro centristas consideran imponen su propia manera de analizar la realidad de los pueblos atrasados y llegan a diseñar modelos de interpretación partiendo de sus realidades y no de las nuestras de ello se desprende el molo “caudillista”que considera que son los “grandes hombres” los que hacen la historia. Bajo este paradigma nos dan a entender que el capitalismo es un sistema eterno que no tiene por qué cambiar su esencia.
Sí ese es el enfoque supuestamente científico, cuando hablamos de “cultura de masas”, a través de los medios de información nos encontramos con otros ejes ideológicos aún más burdos:
Primacía de los Estados Unidos y algunas potencias europeas sobre el resto del mundo.
CONSUMISMO. Espejo ideal de la vida. La mejor forma de vivir para todos, según esta visión, es tener coche, aparatos sofisticados y tarjetas de crédito. Todo lo demás sale sobrando (principalmente la cultura). Consumir es realizarse, trascender.
VIOLENCIA. La fórmula diariamente a través de cuantos canales de de información existen, la violencia se enseñorea como modelo machista de dirimir conflictos. Por ejemplo, las películas de Silvestre Stallone, son las más taquilleras a nivel mundial y otras películas más de la actualidad que son vivo ejemplo de la violencia que se nos impone sin que nos demos cuenta del grave daño que les causa no sólo a los niños sino a los adultos mismos. Sin embargo, en este mar de violencia dirigida, lo único no permitido, criticado, condenado es la que ejercen los pueblos para su liberación, la violencia revolucionaria.
El hombre “juguete del destino”. En muchos mensajes y contenidos de esta industria cultural se esconde la idea de que el hombre nada puede hacer contra las fuerzas ajenas a él, que al final de cuentas se le imponen “la suerte”, “el destino”.
Según esta concepción de la historia, esta no es nada más que una colección de antigüedades, pero sin nada que la relacione con el presente.
No hay duda que este es el enfoque que ha prevalecido históricamente en la educación oficial. En la que nos enseñaron que la historia la hacen los “grandes héroes”. Pero nunca nos dijeron que la historia la hacen las masas populares quienes ante la precaria situación que viven en un momento determinado de la historia, asumen el compromiso de transformar las estructuras de la sociedad, por considerarlas injustas y caducas.
En síntesis comprender la historia no es simplemente explicarla, es en primer lugar conocer lo que fuimos, somos y seremos, es asumir el reto y desafío de no dejar las cosas como están sino avanzar a peldaños superiores.
Comprender la historia es además, no reducirla al conocimiento de la misma de forma personal, familiar; sino captarla como parte de un todo social e histórico.Aprender Historia, estudiarla, criticarla, finalmente hacerla en el sentido más amplio: como obra de transformación hacia metas más humanas.

jueves, 12 de junio de 2008

ELEMENTOS DE CIENCIA Y RELIGIÓN

ADVERTENCIA:
¿Es usted una persona religiosa, fanática, obcecada, y poco inteligente, es decir, con poca capacidad para pensar? Le rogamos que no se tome la molestia de leer estos renglones ya que se llevará una gran decepción pues aquí no se habla de asuntos divinos ni milagrosos. Pero sí usted es una persona religiosa pero honesta consigo misma y abierta a la verdad. Puede con toda confianza leerlo y reflexionar sobre lo que aquí se plantea. Sin embargo, es usted una persona con un alto nivel cultural y una sólida formación científica como también abierto a las nuevas corrientes de pensamiento y además, consciente de que los dioses y demonios son una creación de los mismos hombres y que cuanta violencia existe hoy en el mundo no es fruto de ningún dios sino resultado de la maldad que los hombres han venido acumulando a través de la historia en la que la fuente de todo es la violencia que las clases en el poder históricamente han impuesto a las clases desposeídas. Este dominio no sólo ha sido económico, sino político e ideológico el cual se expresa en la actualidad con los últimos acontecimientos. Esa violencia que tanto, los grupos terroristas imponen a los pueblos con la finalidad de atemorizar, amedrentar es lo mismo que el terror impuesto por los Estados, como el caso de aquellos pueblos a los que Hitler, Stalin, Mosoline y el que últimamente impone los Estados Unidos (las clases en el poder) a los pueblos del tercer mundo como método para saquear las riquezas de estos pueblos y mantener el estado de dominación con lo que los países desarrollados se ven beneficiados.
Hace muchísimos años uno de los filósofos griegos Xenpofontes de Colofón decía “si los bueyes, caballos y leones tuviesen manos y con ellas pudiesen dibujar los caballos dibujarían la imagen de los dioses semejantes a los caballos, los bueyes; todos harían cuerpos semejantes a los cuerpos”.
En este mismo sentido expresaba Epicuro otro filósofo griego... el temor a las decisiones arbitrarias inquieta y desasosiega a los hombres y les impide alcanzar la paz. Por eso recomendaba emanciparse completamente de la creencia en su intervención y providencia, como mejor sistema para llegar a la felicidad”
Por su parte Baruch Spinosa de Origen Francés (1632—1677), sostenía que la creencia en Dios “es prejuicio desastroso que nace, de la ignorancia natural de los hombres y al mismo tiempo de una actitud utilitarista (...) a la vana aunque tranquilizadora, ilusión de que todo está hecho para el hombre, se añade la mentalidad antropomórfica corriente, la cual, interpretándolo todo desde el modelo artesanal, impide el conocimiento de la necesidad absoluta, induciendo a sí a la superstición del Dios persona, libre y creador”
De igual manera, se expresaba el científico Alemán Bertrand Russell, cuando planteaba que “la fe religiosa es una forma de cobardía intelectual, propia de quienes no se atreven a ver el mundo tal como es “ por otro lado, sostenía Arthur Schopenhauer:

Dicen que el futuro eterno de un hombre depende de sus creencias. Yo lo niego. Una conclusión a la cual se ha arribado honestamente a través de la mente no puede ser un crimen; y el hombre que dice que lo es no lo piensa así. El dios que lo castiga como un crimen es simplemente un tirano infame. En cuanto a mí, preferiría mil veces ir a mi perdición y sufrir sus tormentos con los grandes y valientes pensadores del mundo que ir al cielo y tener por compañía a un dios que condena a sus hijos por una creencia honesta


El hombre en su infinita pequeñez, en su insignificancia en el universo, y en su deseo de dar respuestas a muchas preguntas que aún no la tienen, creó a un ser invisible llamado dios. Este ser fue creado a imagen y semejanza del mismo hombre y no al contrario. Por esto es que los curas saben como piensa Dios, siendo este dios (según los cristianos) omnisapiente, omnipresente y omnipotente, y siendo el hombre el ser mas dañino de la tierra, ya que el hombre, no cansado de atentar contra la vida de otras especies, continua atentando contra la suya, por diferencias tan estúpidas como el color de su piel, su sexo o condición social.
Somos hijos del universo infinito, y ni siquiera, tal vez, él lo sepa.
Unámoslos por los ideales que realmente nos convienen a todos, hagamos las cosas que nos nazcan, no actuemos por simple temor de Dios al fin y al cabo se vive una vez para ser eternamente libre.
El cristianismo no maneja más que hipocresía, si el cristianismo fuera como dice ser el mundo no estaría así, la única alternativa es parar este gran negocio y establecer la libertad de pensamiento humano. (WWW.Google.com. Mauricio Herrera. El hombre que creó a Dios)
Ahora bien, si usted es un estudiante con muchas inquietudes, interrogantes, acerca de la naturaleza, la sociedad y otros problemas. Léalo
Hace varios años también Fidel Castro en el libro titulado Fidel y la religión expresó:
Hay verdades que andan ocultas en la madeja tejida por milenios de oscurantismo. Nos casaron con la mentira y nos obligaron a vivir con ella, y por eso parece que el mundo se hunde cuando oímos la verdad.
¿CUÁNDO NACIÓ DIOS?
Hace unos 30, 000 años Dios aún no existía, pero la especie humana llevaba ya más de dos millones de años enfrentándose sola a su destino en un planeta inhóspito; sobreviviendo y muriendo en medio de la total indiferencia del universo. Unos 90, 000 años atrás, una parte de la humanidad de entonces comenzó a albergar la esperanza acerca de una hipotética supervivencia después de la muerte, pero la idea de la posible existencia de algún dios parece que fue aún algo desconocido hasta aproximadamente treinta milenios y, en cualquier caso, su imagen, funciones y características fueron las de una mujer todopoderosa. (Pepe Rodríguez. Dios nació mujer. P. 7).

En nombre de Dios, de cualquier dios, se han hecho, y hacen y harán las más gloriosas heroicidades, pero también las fechorías y masacres más atroces y execrables.
El mundo que conocemos ha sido modelado por Dios, sin duda alguna, pero la cuestión fundamental radica en saber sí la obra es atribuible a un dios que existe y actúa mediante actos de su voluntad consciente, o a un dios conceptual que adquiere realidad en el hecho cultural de ser el destinatario mudo de las necesidades y deseos humanos. (Ibid. PS 8 y 9).

Las religiones, como institución formal, llevan unos pocos milenios publicando la naturaleza de Dios y hablando en su nombre, pero las formas y atribuciones de Dios son tan numerosas y diversas y los mandatos divinos que emanan de ellas son tan variados y contradictorios, que resulta francamente difícil hacerse una idea de Dios. (Ibid. P.10).

La confrontación entre pensamiento científico y “fé” es algo que obsesiona al papa wojtyla y que de hecho, ha llevado a protagonizar una cruzada feroz contra el pensamiento científico entre sus ataques más duros están: prohibió la reflexión teológica crítica dentro de la Iglesia, amordazando así a los pensadores católicos más lúcidos y brillantes de este siglo...el cardenal Ratzinger manifestó que la “universalidad del cristianismo procede de su pretención de ser verdad, y desaparece si desaparece la convicción de que la fé es la verdad. Pero la verdad es válida para todos y el cristianismo es válido para todos porque es verdadero. (Ibid.13).

Baruch Espinosa (1632-1677), escribió que el finalismo o teologismo “es un prejuicio desastroso, que nace de la ignorancia natural de los hombres y al mismo tiempo de una actitud utilitarista (...) a la vana, aunque tranquilizadora, ilusión de que todo está hecho para el hombre, se añade la mentalidad antropomórfica corriente, la cual, interpretándolo todo desde el modelo artesanal, impide el conocimiento de la necesidad absoluta, induciendo así a la superstición del Dios persona, libre y creador

“La fe, sin duda alguna, puede mover montaña, pero jamás podrá explicarnos cómo se formaron o de qué están compuestas esas montañas que ha logrado desplazar”. (Ibid. 18-19)

“De todos los primates, los chimpancés son los más próximos a los humanos. Tan iguales somos que nuestro ADN y el suyo es parecido en el 99% de su estructura.” (Ibid. p. 37).

“¿Tu crees en el infierno y en el cielo? ¡Ingenua! Nosotras hemos construido el cielo y el infierno. Nosotras hemos fabricado los demonios y a los dioses. ¿No sabes que los dioses han ido cambiando al mismo tiempo que los hombres? ¿ y todavía crees que fueron ellos quienes nos hicieron a su semejanza? Idiota: los hicimos a la medida de nuestras necesidades. Y sí los hombres formaron a los dioses, también pueden violentamente destruirlos”. Para salvar al hombre del tercer milenio, debemos aceptar que Dios no existe. Y al decir Dios me refiero al de los católicos, al de los mahometanos, los budistas, los Mazdeistas, los hindúes, los judíos, los protestantes; a los dioses y a los demonios de la antigua Roma, a los de Grecia, a los de China y Japón, a los que rigen los destinos de las pequeña tribus africanas, a los que continúan sembrando el miedo en el espíritu de las comunidades perdidas en las selvas de América a donde penetró la ponzoña de la evangelización; a los de hace milenios y a los más recientes, vale decir; a todos los dioses y demonios hechos por el hombre.
Por que para establecer una teoría, es decir, la del hombre cósmico, la del ser humano como energía permanente, es preciso aceptar que a través de los milenios de nuestra civilización, es el hombre el que ha creado a Dios a su imagen y semejanza. Y es ese mismo hombre el que ha propiciado y permitido el establecimiento y el auge de la religión, que nos es otra cosa que la administración del miedo, la explotación de la angustia y una superchería montada sobre la finitud y la inseguridad de los seres humanos.
Reconocidas estas dos verdades: que Dios y el diablo no existen ni han existido nunca; y que la religión es un sistema de poder temporal utilizado por unos para explotar y amedrentar a otros, vamos a definir la única verdad:
El hombre viene de una totalidad de energía cósmica; al vivir, utiliza esa energía; al morir regresa a ella.
Pero es preciso aclarar algo: para conservar la energía y reincorporarse a su seno, el hombre debe guardar un equilibrio de amor a través de su vida. La religión del miedo no ha servido para evitar la maldad. Entonces, impongamos un ideal de amor. Mediante el cual, el que odia, el que ejerce la violencia contra los demás o contra si mismo, el que rompe la armonía universal, se apaga; quema su energía y se convierte en su sombra, en eco que se dispara, en nada. Únicamente quienes han ejercido el amor como disciplina existencial, retornan a la energía y la claridad que son la esencia del universo. La rectitud, la honestidad, la ecuanimidad y la comprensión, alimentan la energía que nos forma.
No hay más religión que la propia conciencia de obrar bien. Que nadie nos asuste; que seamos conscientes de la necesidad de amar, de repartir amor, de propiciar el amor, de sembrar el amor y de compartir la cosecha del amor.
Porque vivir es un ejercicio de amor.
Dios una de las más equivocadas creaciones del hombre, tiene que desaparecer. Para que logremos afirmarnos como seres humanos, debemos convertirlo en un habitante del olvido. A todos los dioses y demonios de todas las religiones y de todas las épocas. El concepto de Dios debe ser superado. Si el hombre lo creó de la nada, también puede destruirlo reduciéndolo a su nada inevitable. Al desaparecer los Dioses y los demonios, con ellos se hunden los diversos sistemas religiosos que no son sino formas organizadas y tiránicas de esclavitud; y así el hombre del nuevo milenio se afirmará como ser por excelencia. Y encontrará, sin las amenazas de los Dioses, sin los sobornos de los paraísos artificiales, sin el lastre de los mandamientos y del concepto de pecado, el camino que lo lleve hacia su yo supremo, hacia su interior, hacia la verdad de su energía y de su claridad. Reconocer que Dios y el diablo no existen es encender la antorcha gracias a la cual empezamos a encontrar el camino. Aceptar que la religión no es sino una forma de opresión ideológica, es limpiarnos de manchas y prejuicios y ser por fin nosotros mismos.
La tesis que hay que sostener siempre es que a Dios y el Diablo los creó el hombre; y que la religión la inventaron unos más astutos que otros, para conseguir riqueza y poder.
Una vez logrado esto, el hombre adquirirá seguridad de si mismo, fe en su destino, optimismo en el ideal de amor que debe ser su vida. Una vida que es energía cósmica, que viene desde siempre, y que sólo se apaga para los que no hacen de su transito por el mundo un ejercicio equilibrado de amor hacia si mismo y hacia todos los seres vivos e inanimados que forman nuestra casa de la tierra.
Sí la principal característica del hombre es la posibilidad de comunicarse, ¿Cómo es que su Dios o su demonio no se habían comunicado con él? Además, desde el principio del tiempo humano (o desde que el hombre hizo su presencia en el tiempo) las religiones han sido utilizadas en su contra: para hacerlo doméstico y manejable, para volverlo apático y resignado frente a la injusticia, para pintarle un cielo delirante que no le permita ver cómo lo despojan de la tierra. Y la propuesta era igualmente elemental: el hombre es energía, de ella viene y a ella vuelve. La vida no es otra cosa que una energía disparada del nacimiento a la muerte. En el fondo, sólo es un relámpago de la interminable potencia cósmica. El hombre es energía cundo ama, cuando batalla, cuando piensa. Esa energía no necesita un Dios que la limite, ni un Demonio que la altere. Al imponerle al hombre Dioses y demonios, al amarrarlo con las cadenas de la religión, sólo se está dando la medida de su desgracia. Para afirmar su condición de ser cósmico, el hombre necesita liberarse de Dios, Demonio y religión.
El miedo del hombre ha creado a Dios y como el hombre siempre estuvo asustado, no pudo quitarse de encima a un Dios que creció a expensas de su temor y de su cobardía. La primera forma de religión que tuvo el hombre fue el totemismo, en el período del paleolítico inferior, la cual se afirmó como la debilidad del grupo frente a los fenómenos de la naturaleza, pues al no comprenderlos lo obligó a buscar destinatario de su pavor y de sus frustraciones; y como así mismo, la incertidumbre del mañana, una de las mayores preocupaciones del ser humano, hizo que el miedo colectivo construyera elementos ajenos asimismo para liberarse de su incapacidad endosándole a otro. La religión ha ido tomando la forma y caminos que los hombres quieren. Cuando hubo una clase dominante, ésta se inventó la otra vida y la recompensa de un cielo, para que los dominados les dejaran disfrutar en paz la tierra. Así, el Dios creado por los dominadores fue usado por éstos como un látigo para imponerse.
Por ejemplo, Dios fue creado por un hombre en caso concreto por Amenofis IV, que mató a Amon-Ra e inventó su propio Dios, Atón, por conveniencias políticas, y para frenar el poder desordenado y terrible de la casta sacerdotal. Sin perjuicio de quienes continuaron en el mando después de su muerte, mataron a Atón y reestablecieron los plenos poderes de Amon-Ra. Siempre el hombre creando y destruyendo a sus Dioses que, a su vez, lo han creado y lo han destruido al ser manipulado por los hombres.
El hombre, al crear a Dios a su imagen y semejanza, lo hizo pequeño, vengativo, cruel, inconstante. Porque ese Dios fue fruto del miedo. Ese temor lo llevó al hombre a olvidar su verdadera esencia: la energía cósmica. Lo hizo perder su verdadera casa: el cosmos. Lo llevó a dudar de su verdadero poder: el amor.
Dios y el Diablo, como creaciones del hombre, están presentes en todas partes, y en los estratos humanos más primitivos. Los caitish, una de las tribus australianas más elementales, crearon a Atnatu, que es el espíritu celeste; y de inmediato le enfrentaron a Tuman, que es el espíritu asesino.
Muchos Dioses tienen una vida efímera, la que le quieren dar sus creadores. Por ejemplo, el mayor Dios de la polinesia, Tangará, ha sido desplazado por los Dioses jóvenes, Tanerango, Tu.
En Nueva Zelanda hay una frase de los sacerdotes que parece hecha para todas las religiones de todos los tiempos” No se forma al sacerdocio porque sea necesario servir a las divinidades, sino que a la inversa, los sacerdotes crean las divinidades y los mitos para servirse de ellos”
¿Cómo nacieron los Dioses que adoraron nuestros abuelos indios?. Los incas, los Chibchas o los aztecas construyeron pirámides para acercarse al sol. Y desde ellas, por las troneras enfocadas al cielo, miraban en las noches la aparición puntual de las estrellas. Poca a poco fueron trazando entre una y otra línea imaginarias, y así construyeron animales como el jaguar o elementos como la Casa de la Luna, a los que después de darles nombres les otorgaron poderes. De la observación del cielo y de la tierra, los indios de América fueron creando sus Dioses, y adaptándolos a sus cambios y necesidades. Para los Chibchas, Chiminigagua, la luz que al devorar la oscuridad inicial fue creando el mundo; y Bachué, la madre del género humano; y Bochica, y Goranchacha. Para los incas, Viracocha, que emergió del lago Titicaca para crearlo todo; y Pachamama, la Diosa madre o Diosa de la tierra; y el sol que daba la vida, Inti; y mamaquilla, la luna. Para los aztecas el Dios Colibrí, Huitzilopochtli, con sucesivas y a veces terribles mutaciones; Quetzalcoatl, la serpiente emplumada; y el más viejo de los Dioses viejos, Huehueteotl, y Tezcatlipoca, el señor del espejo, el Dios de los contrastes, el hermano enemigo de Quetzalcoatl. Como se puede apreciar hasta el hombre más elemental y más primitivo creó a sus Dioses; y en vez de manejar y dominar a sus criaturas, empezó a doblegarse ante ellos y ellas y les otorgó los poderes de que él mismo carecía. Y esos Dioses y los Demonios que surgieron como el azogue del espejo, poblaron las cavernas a través de los relatos en la soledad y el miedo de las noches, y de ahí salieron más definidos, ya materializados y todopoderosos a llenar los adoratorios y templos.

LOS MANTENEDORES DEL OSCURANTISMO
Hace algunos días leí un documento que por cierto baje de Internet. En este documento un pastor de nombre Samuel Santana escribió a renglón seguido lo siguiente:
“El materialismo es el afán de la gente por comprar y tener cosas materiales, mercancías. Otro religioso siguiendo esta misma lógica decía ese mismo afán por las cosas es lo que lleva al surgimiento del islamismo”
No hay duda de que en este planteamiento no sólo hay una crasa ignorancia y una concepción política e ideológica de quienes así lo interpretan. Sólo dejan ver su ingenuidad sino que también el desconocimiento de los fundamentos de la ciencia moderna. Pero además, su torpeza contribuye negativamente a fomentar un oscurantismo medieval que sólo perjudica a las clases explotadas de estos países, mientras que potencia a los caifaces del capitalismo. Está claro que esta runfla de vividores trogloditas de las diversas sextas religiosas, viven a costa de la ignorancia de la pobre gente que por diversas razones no tuvieron la oportunidad de recibir una educación adecuada y correcta y por eso son fácil presa de los vividores de todas las religiones habidas y por haber.
Pero hay un libro que me agradó mucho porque trata de una serie de curiosidades las cuales tienen una explicación científica me refiero al libro de Miguel Ángel Sabadell titulado “el hombre que calumnio a los monos y otras curiosidades de la Ciencia” que se los recomiendo; pues bien en uno de sus artículos que él titula “el fin del mundo” expresa lo siguiente, se los voy escribir textualmente y dice:

“De vez en cuando llaman a la puerta de la casa, o nos abordan en la calle, los miembros de alguna secta milenarista atemorizados con la inminente llegada del fin del mundo. Siempre nos informan de que sólo los justos y buenos se salvarán (curiosamente, los únicos hombres buenos son, con toda justicia, ellos).
Podemos dormir tranquilos. No hay ningún motivo para suponer que estos terribles cataclismos, habitualmente cósmicos, con los que nos pretenden asustar vayan a suceder en el futuro cercano. Sin embargo, sí es cierto que el fin del mundo llegará sobre nosotros.
Claro está, no se trata de algo inminente, sino una hecatombe que tendrá lugar dentro de 6000 millones de años, y el culpable será el mismo que hoy nos da la vida: el sol.
El sol es una inmensa bola de gas hidrogeno y helio en cuyo interior se producen reacciones nucleares de fusión. Este proceso, que se produce en el centro del sol, libera la energía que lo mantiene estable y permite la vida en la tierra. Sin embargo, al igual que a un coche se le acaba el combustible, al sol se le terminará el hidrogeno y esto obviamente ocasionará la muerte del planeta”
Pero lo anterior expuesto es un planteamiento científico no es una elucubración producto de la imaginación de algunos; que lo único que pretenden es continuar engañando a las gentes para que sigamos manteniendo el estado de cosas ya que, esto favorece indiscutiblemente a las clases poderosas que históricamente se han mantenido en el poder gracias a la ignorancia de los pueblos.
Refutar a estos serviles y lacayos del capitalismo no creo que sea importante. Sin embargo, para fines de dar una correcta orientación a las personas inteligentes y honradas que no se dejan manipular por todos aquellos que durante muchos años han vendido la droga que Marx en la sagrada familia calificó como opio de los pueblos. La religión.
El estudio de la historia de la familia comienza en 1861, con el derecho materno de Bachofen. El autor formula allí las siguientes tesis:
1. Primitivamente los seres humanos vivieron en promiscuidad sexual, es decir, en un heterismo.
2. Tales relaciones excluyen toda posibilidad de establecer con certeza la paternidad, por lo que la filiación sólo podía contarse por línea femenina, según el derecho materno; esto se dio entre los pueblos antiguos.
3. A consecuencia de este hecho, las mujeres, como madres, como únicos progenitores conocidos de la joven generación, gozaban de gran aprecio y respeto, que llegaba según Bachofen, hasta el dominio femenino absoluto (ginecocracia).
4. El paso a la monogamia, en la que la mujer pertenece a un solo hombre, encerraba la trasgresión de una antiquísima ley religiosa (es decir, del derecho inmemorial que los demás hombres tenían sobre aquella mujer), trasgresión que debía ser castigada o cuya tolerancia se resarcía con la posesión de la mujer por otros durante determinado periodo.

Bachofen halló las pruebas de estas tesis en numerosas citas de la literatura clásica antigua, reunidas por él con singular cuidado.
El paso del “heterismo” a la monogamia y del derecho materno al paterno se produce, según Bachofen -- concretamente entre los griegos--, a consecuencia del desarrollo de las concepciones religiosas, a consecuencia de la introducción de nuevas divinidades, que representan ideas nuevas, en el grupo de los dioses tradicionales, encarnación de las viejas ideas; poco a poco los viejos dioses van siendo relegados a segundo plano por los primeros. Esta situación queda mejor planteada en uno de los pasajes de la obra de Esquilo (la Orestiada) en la que se ve claramente la lucha entre el derecho materno agonizante y el derecho paterno, que nació y logró la victoria sobre el derecho materno. Según narra Esquilo en su obra,
“llevada de su pasión por su amante Egisto, Cltemnestra mata a Agamenón, su marido, al regresar éste de la guerra de Troya; pero Orestes, hijo de ella y de Agamenón, venga al padre quitando la vida a su madre. Ello hace que se vea perseguido por las Erinias, seres demoníacos que protegen el derecho materno, según el cual el matricidio es el más grave e imperdonable de los crímenes. Pero Apolo, que por mediación de su oráculo ha incitado a Orestes a matar a su madre, y Atenea, que interviene como juez (ambas divinidades representan aquí el nuevo derecho paterno) defienden a Orestes. Atenea escucha a ambas partes. Todo el litigio está resumido en la discusión que sostienen Orestes y las Erinias. Orestes dice que Clitemnestra ha cometido un crimen doble por haber matado a su marido y padre de su hijo. ¿Por qué las Erinias le persiguen a él, cuando ella es mucho más culpable? La respuesta es sorprendente. El asesinato de una persona con la que no está ligado por lazos de sangre, incluso si es el marido de la asesina, puede expiarse y no concierne en lo más mínimo a las Erinias. La misión que a ellas corresponde es perseguir el homicidio entre consanguíneos, y el peor de estos crímenes, el único imperdonable, según el derecho materno, es el matricidio. Pero aquí interviene Apolo, el defensor de Orestes. Atenea somete el caso al areópago, el tribunal jurado de Atenas; hay el mismo número de votos en pro de la absolución y en pro de la condena; entonces Atenea, en calidad de presidente del tribunal, vota a favor de Orestes y lo absuelve. El derecho paterno obtiene la victoria sobre el materno, los “dioses de la joven generación “, según se expresan las propias Erinias, vencen a estas,
que, al fin y a la postre, se resignan a ocupar un puesto diferente al que han venido ocupando y se ponen al servicio del nuevo orden de cosas.
(Esquilo citado por Federico Engels, en el origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. P. 9)

De lo anterior se puede deducir que una vez operándose el triunfo del derecho paterno aparece también la concepción religiosa del monoteísmo, es decir, la creencia en un solo Dios. Pero no significó sólo eso además, trae aparejado el surgimiento de la propiedad privada sobre los medios de producción, los cuales ahora estarán garantizados para ser transferidos de padres a hijos. Lo que bajo el derecho materno no estaba permitido pues los medios de producción pertenecían a toda la sociedad. En este mismo orden aparece una de las disciplinas más antiguas como es el derecho que junto al ejército serán los encargados de velar por los intereses de las clases dominantes. Los amos.

¿POR QUÉ LA GENTE BUSCA LA RELIGIÓN CUANDO EN REALIDAD DIOS NO EXISTE?
En realidad sorprende cuanta gente cuando ven alguna causa pérdida en su vida recurren inmediatamente a buscar un consuelo, en la religión cuando perfectamente ellos mismos ha experimentado que jamás han encontrado solución alguna para sus problemas. Por otro lado, la Ciencia, ha demostrado hasta la saciedad de que no hay detrás de la naturaleza una fuerza superior omnisciente a la que pueda estar sujeta la naturaleza y la sociedad.
Es muy importante comprender que el ascenso de la religiosidad está condicionado por el desconcierto que la misma situación de cambios acelerados que se operan en la sociedad actual y que el hombre común y aún muchos profesionales no logran comprender. Por otra parte, los medios de información propiedad de las clases dominantes promueven todo tipo de mitos y leyendas con el fin de mantener su dominio para explotar a las clases oprimidas.
Ante una serie de hechos que en los últimos años se han operado como la caída del socialismo real, en la Unión Soviética, el ascenso de la hegemonía imperialista, la invasión contra Irak, Afganistán, el desarrollo de la microelectrónica, la destrucción de fenómenos naturales, como es el caso del 26 de diciembre en varios países Asiáticos, el ascenso de la pobreza en todo el mundo etcétera; llevan a la gente a suponer que detrás de todo esto hay una fuerza superior que dirige los destinos del universo y del hombre mismo. Pero lo que la gente no logra interrogarse es
¿Por qué los fenómenos naturales siempre perjudican a los países más pobres? ¿Por qué cuando sucede un fenómeno natural siempre son los sectores más pobres los que resultan más afectados? ¿Por qué en los últimos fenómenos naturales como los que se han dado en los Estados Unidos son pocos los que han resultado muertos y siempre es la misma gente pobre?
Otro elemento que lleva a la población a volcarse a la religión es el tipo de Educación que se imparte en las instituciones escolares. El sistema educativo no proporciona las bases mínimas ni siquiera los principios científicos elementales para como la teoría de la evolución y si se imparte algunos elementos estos son distorsionados que además, por lo general sólo se dan en la Universidad, cuando por suerte el alumno se encontró con un profesor consecuente y con conocimiento científico. De ahí en adelante el alumno queda a merced de la Iglesia que sólo se encarga de inculcar nociones metafísicas, idealistas y místicas, cuestiones que la propia realidad – la historia y los conocimientos científicos – desmienten.
Si uno cree que las fuerzas y poderes míticos (que en la realidad no existen) o un dios omnisciente, omnipresente y todo poderoso controla el mundo, no puede captar el mundo tal y como es ni transformarlo completamente. La religión en general contribuye a mantener los sistemas de opresión, mientras que la Ciencia coadyuva a desarrollar la capacidad de pensamiento y al proceso de liberación de los hombres. Para que la gente pueda dejar de seguir explicándose el mundo a partir de mitos y leyendas (Biblia) debe de ampararse en la Ciencia, es decir, en el conocimiento científico.
¿Cuál debe ser nuestra posición ante la religión y los creyentes religiosos de varios tipos? En primer lugar debemos buscar la unidad, a los niveles que sea posible, con todos aquellos a quienes sus creencias religiosas los llevan a ponerse de lado de las clases oprimidas contra los opresores. Por otro lado, debemos oponernos firmemente a quienes sus creencias religiosas los llevan a ponerse del lado de los opresores y a ser los apologistas y capataces del orden reaccionario y sus crímenes. Debemos además, de rechazar la doctrina religiosa – toda doctrina religiosa – por la simple razón de que no es verdad. Debemos rechazar su afirmación de que es la verdad revelada por dios, por que eso no existe. (w.w, w. Google.con. htt: //rwor. Org.)

En este mismo orden de ideas Karen Armstróng, en su libro la historia de Dios, hace un estudio de las religiones monoteístas más importantes – cristianismo, judaísmo e Islam -- y su desarrollo histórico, ella sostiene que en toda la historia humana, desde las primeras sociedades humanas (incluyendo las sociedades comunales en las que no existían clases sociales ni la división social del trabajo entre la mujer y el hombre), se encuentran indicios de creencias religiosas por lo que ella sostiene que los seres humanos son animales espirituales. Por otra parte, Armstróng, reconoce que la religión es pragmática, pues todas las religiones cambian y evolucionan; de no hacerlo se volverían obsoletas. Ante la afirmación de Armstrong, de que los seres humanos son animales espirituales, Federico Engels, sostiene que hasta este punto del desarrollo humano ha habido un consenso general entre los pueblos de la tierra de que existen fuerzas sobrenaturales y dioses (o un Dios), aunque eso no es prueba de la existencia de dioses ni de una “necesidad interior” de los seres humanos de creer en dios. Más bien es una manifestación del hecho de que hasta la época actual, los seres humanos y la sociedad humana no habían llegado a donde fuera posible una concepción del mundo y metodología científica que permitieran conocer las fuerzas motrices de la naturaleza y la sociedad. Además, Engels, señala, ya se ha llegado a ese punto: esa concepción y metodología ya existen, y están desarrollándose. Esa concepción del mundo y esa metodología son la nueva sociedad. (Federico Engels, por w.w, w. Google.con. htt: //rwor. Org.)

¿POR QUÉ HA PERSISTIDO LA RELIGIÓN, HASTA HOY EN DÍA, CUANDO SE HA PROBADO QUE SUS PLANTEAMIENTOS SON ERRÓNEOS Y FALSOS?
Probablemente hay dos razones poderosas:
1. Las clases políticas reaccionarias han reconocido la importancia de la religión para mantener su orden opresivo, y han utilizado todos los medios a su disposición – entre ellos el poder político y el control de los medios de información – para fomentar y promover alguna forma de religión.
2. En una sociedad en la que las relaciones sociales son antagónicas, se genera espontáneamente un “impulso religioso” ¿Qué es este “impulso religioso”? es buscar una ayuda sobrenatural para lidiar con las fuerzas al parecer abrumadoras. Es buscar consuelo en tiempos de desesperación, ayuda en tiempos urgentes, firmeza en tiempos de inseguridad e inestabilidad. Es la vaga sensación de “vacío espiritual” que sobreviene cuando uno adquiere riquezas de manera parasitaria. Es buscar consuelo en las condiciones de opresión o ayuda para luchar contra tales condiciones – ayuda más allá de las limitaciones humanas. La sed de sustento espiritual en un mundo que parece frio. La necesidad de encontrar escape a la frustración, o de una transformación momentánea de angustia en alegría, por fugas que sea. . . la sociedad humana sólo podrá superar esta limitación hasta que transite por una sociedad en la que prevalezcan relaciones sociales no antagónicas, hasta que se eliminen la explotación y opresión; hasta que la organización social y las relaciones sociales humanas ya no oculten la realidad de las fuerzas que operan en la naturaleza y la sociedad ya no obstaculice a sus miembros a captar y responder a las verdaderas fuerzas motrices de la naturaleza y la sociedad.



EL FACTOR DIOS

JOSÉ SARAMAGO


En algún lugar de la India. Una fila de piezas de artillería en posición. Atado a la boca de cada una de ellas hay un hombre. En primer plano de la fotografía, un oficial británico levanta la espada y va a dar orden de disparar. No disponemos de imágenes del efecto de los disparos, pero hasta la más obtusa de las imaginaciones podrá 'ver' cabezas y troncos dispersos por el campo de tiro, restos sanguinolentos, vísceras, miembros amputados. Los hombres eran rebeldes.

En algún lugar de Angola. Dos soldados portugueses levantan por los brazos a un negro que quizá no esté muerto, otro soldado empuña un machete y se prepara para separar la cabeza del cuerpo.

Esta es la primera fotografía. En la segunda, esta vez hay una segunda fotografía, la cabeza ya ha sido cortada, está clavada en un palo, y los soldados se ríen. El negro era un guerrillero.

En algún lugar de Israel. Mientras algunos soldados israelíes inmovilizan a un palestino, otro militar le parte a martillazos los huesos de la mano derecha. El palestino había tirado piedras.

Estados Unidos de América del Norte, ciudad de Nueva York. Dos aviones comerciales norteamericanos, secuestrados por terroristas relacionados con el integrismo islámico, se lanzan contra las torres del World Trade Center y las derriban. Por el mismo procedimiento un tercer avión causa daños enormes en el edificio del Pentágono, sede del poder bélico de Estados Unidos. Los muertos, enterrados entre los escombros, reducidos a migajas, volatilizados, se cuentan por millares.


Las fotografías de India, de Angola y de Israel nos lanzan el horror a la cara, las víctimas se nos muestran en el mismo momento de la tortura, de la agónica expectativa, de la muerte abyecta.

En Nueva York, todo pareció irreal al principio, un episodio repetido y sin novedad de una catástrofe cinematográfica más, realmente arrebatadora por el grado de ilusión conseguido por el técnico de efectos especiales, pero limpio de estertores, de chorros de sangre, de carnes aplastadas, de huesos triturados, de mierda.

El horror, escondido como un animal inmundo, esperó a que saliésemos de la estupefacción para saltarnos a la garganta. El horror dijo por primera vez 'aquí estoy' cuando aquellas personas se lanzaron al vacío como si acabasen de escoger una muerte que fuese suya. Ahora, el horror aparecerá a cada instante al remover una piedra, un trozo de pared, una chapa de aluminio retorcida, y será una cabeza irreconocible, un brazo, una pierna, un abdomen deshecho, un tórax aplastado.

Pero hasta esto mismo es repetitivo y monótono, en cierto modo ya conocido por las imágenes que nos llegaron de aquella Ruanda- de-un-millón-de-muertos, de aquel Vietnam cocido a napalm, de aquellas ejecuciones en estadios llenos de gente, de aquellos linchamientos y apaleamientos, de aquellos soldados iraquíes sepultados vivos bajo toneladas de arena, de aquellas bombas atómicas que arrasaron y calcinaron Hiroshima y Nagasaki, de aquellos crematorios nazis vomitando cenizas, de aquellos camiones para retirar cadáveres como si se tratase de basura.

Siempre tendremos que morir de algo, pero ya se ha perdido la cuenta de los seres humanos muertos de las peores maneras que los humanos han sido capaces de inventar.

Una de ellas, la más criminal, la más absurda, la que más ofende a la simple razón, es aquella que, desde el principio de los tiempos y de las civilizaciones, manda matar en nombre de Dios.

Ya se ha dicho que las religiones, todas ellas, sin excepción, nunca han servido para aproximar y congraciar a los hombres; que, por el contrario, han sido y siguen siendo causa de sufrimientos inenarrables, de matanzas, de monstruosas violencias físicas y espirituales que constituyen uno de los más tenebrosos capítulos de la miserable historia humana.

Al menos en señal de respeto por la vida, deberíamos tener el valor de proclamar en todas las circunstancias esta verdad evidente y demostrable, pero la mayoría de los creyentes de cualquier religión no sólo fingen ignorarlo, sino que se yerguen iracundos e intolerantes contra aquellos para quienes Dios no es más que un nombre, nada más que un nombre, el nombre que, por miedo a morir, le pusimos un día y que vendría a dificultar nuestro paso a una humanización real.

A cambio nos prometía paraísos y nos amenazaba con infiernos, tan falsos los unos como los otros, insultos descarados a una inteligencia y a un sentido común que tanto trabajo nos costó conseguir.

Dice Nietzsche que todo estaría permitido si Dios no existiese, y yo respondo que precisamente por causa y en nombre de Dios es por lo que se ha permitido y justificado todo, principalmente lo peor, principalmente lo más horrendo y cruel.

Durante siglos, la Inquisición fue, también, como hoy los talibán, una organización terrorista dedicada a interpretar perversamente Links sagrados que deberían merecer el respeto de quien en ellos decía creer, un monstruoso connubio pactado entre la Religión y el Estado contra la libertad de conciencia y contra el más humano de los derechos: el derecho a decir no, el derecho a la herejía, el derecho a escoger otra cosa, que sólo eso es lo que la palabra herejía significa.

Y, con todo, Dios es inocente. Inocente como algo que no existe, que no ha existido ni existirá nunca, inocente de haber creado un universo entero para colocar en él seres capaces de cometer los mayores crímenes para luego justificarlos diciendo que son celebraciones de su poder y de su gloria, mientras los muertos se van acumulando, estos de las torres gemelas de Nueva York, y todos los demás que, en nombre de un Dios convertido en asesino por la voluntad y por la acción de los hombres, han cubierto e insisten en cubrir de terror y sangre las páginas de la Historia.

Los dioses, pienso yo, sólo existen en el cerebro humano, prosperan o se deterioran dentro del mismo universo que los ha inventado, pero el `factor Dios, ese, está presente en la vida como si efectivamente fuese dueño y señor de ella.

No es un dios, sino el `factor Dios el que se exhibe en los billetes de dólar y se muestra en los carteles que piden para América (la de Estados Unidos, no la otra...) la bendición divina. Y fue en el `factor Dios en lo que se transformó el dios islámico que lanzó contra las torres del World Trade Center los aviones de la revuelta contra los desprecios y de la venganza contra las humillaciones.

Se dirá que un dios se dedicó a sembrar vientos y que otro dios responde ahora con tempestades. Es posible, y quizá sea cierto. Pero no han sido ellos, pobres dioses sin culpa, ha sido el `factor Dios, ese que es terriblemente igual en todos los seres humanos donde quiera que estén y sea cual sea la religión que profesen, ese que ha intoxicado el pensamiento y abierto las puertas a las intolerancias más sórdidas, ese que no respeta sino aquello en lo que manda creer, el que después de presumir de haber hecho de la bestia un hombre acabó por hacer del hombre una bestia.
Al lector creyente (de cualquier creencia...) que haya conseguido soportar la repugnancia que probablemente le inspiren estas palabras, no le pido que se pase al ateísmo de quien las ha escrito. Simplemente le ruego que comprenda, con el sentimiento, si no puede ser con la razón, que, si hay Dios, hay un solo Dios, y que, en su relación con él, lo que menos importa es el nombre que le han enseñado a darle. Y que desconfíe del `factor Dios. No le faltan enemigos al espíritu humano, mas ese es uno de los más pertinaces y corrosivos. Como ha quedado demostrado y desgraciadamente seguirá demostrándose.


¿NOS DA MIEDO PENSAR?
POR:
BERTRAND RUSSELL.

Los hombres temen al pensamiento más de lo que temen a cualquier otra cosa del mundo; más que la ruina, incluso más que la muerte.
El pensamiento es subversivo y revolucionario, destructivo y terrible. El pensamiento es despiadado con los privilegios, las instituciones establecidas y las costumbres cómodas; el pensamiento es anárquico y fuera de ley, indiferente a la autoridad, descuidado con la sabiduría del pasado.
Pero sí el pensamiento ha de ser posesión de muchos, no el privilegio de unos cuantos, tenemos que habérnoslas con el miedo. Es el miedo el que detiene al hombre, miedo de que sus creencias entrañables no vayan a resultar ilusiones, miedo de que las instituciones con las que vive no vayan a resultar dañinas, miedo de que ellos mismos no vayan a resultar menos dignos de respeto de lo que habían supuesto.
¿Va a pensar libremente el trabajador sobre la propiedad? Entonces ¿Qué será de nosotros, los ricos? ¿Van a pensar libremente los muchachos y muchachas jóvenes sobre sexo? Entonces, ¿Qué será de la moralidad? ¿Van a pensar libremente los soldados sobre la guerra? Entonces, ¿Qué será de la disciplina militar? ¡FUERA EL PENSAMIENTO!
¡Volvamos a los fantasmas del prejuicio, no vayan a estar la propiedad, la moral y la guerra en peligro!
Es mejor que los hombres sean estúpidos, amorfos y tiránicos, antes de que sus pensamientos sean libres. Puesto que sí sus pensamientos fueran libres, seguramente no pensarían como nosotros. Y este desastre debe evitarse a toda costa.
A sí arguyen los enemigos del pensamiento en las profundidades de sus almas. Y así actúan en las iglesias, escuelas y Universidades.

LOS CONCEPTOS Y SU PAPEL EN LA INVESTIGACIÓN

Cualquier problema que investiguemos se tiene que determinar la perspectiva desde donde se está enfocando, es decir, desde que corriente o escuela de pensamiento lo estamos haciendo. Ya que la visualización del problema se identifica con un determinado marco conceptual, que será el que vamos a emplear. Como hacia notar Hegel en la introducción a su filosofía de la historia, se plantean después de distinguir y poner de relieve lo esencial en contraste con lo considerado como secundario. No obstante, es necesario determinar qué es lo esencial y que no es esencial. Pero ¿Por dónde empezar? ¿Cómo Distinguir los esencial de lo no esencial? La metodología plantea este asunto pero no tiene recetas ya elaboradas. Pues si pudiera, el proceso de investigación social sería una cuestión bastante más que una rutina de lo que realmente es.
Tenemos entonces que para determinar la perspectiva desde donde aprenderemos la realidad, significa desarrollar un proceso de abstracción de la misma para determinar lo esencial de ella, de lo esencial, de lo fenoménico o exterior. Es decir, que dentro de la realidad de una cosa, existen dos elementos estrechamente interrelacionados: su esencia y su representación cotidiana.
Los esfuerzos tendientes a descubrir la estructura de las cosas y la “cosa misma” han sido siempre, propios de la filosofía. La filosofía es una actividad indispensable por su capacidad sistematizadora y crítica, para encontrar la estructura oculta de la cosa, y descubrir el modo de ser esencial. La diferencia entre las filosofías es que mientras la dialéctica se acerca a la cosa no desde el exterior o en forma complementaria, las demás filosofías a si lo hacen. El mundo para la dialéctica no es al final de cuentas algo ajeno o externo al hombre, algo ya hecho de antemano o frente al hombre, sino el mundo es el producto y productor del hombre mismo. La sociedad entonces no es algo opuesto, independiente, neutral o autónoma del hombre; por lo tanto, su estudio comienza con la investigación del hombre mismo en su mutua relación con sus medio social históricamente condicionado.
La dialéctica viene a ser el pensamiento crítico que quiere comprender la cosa misma, para lo cual destruye la aparente independencia del mundo de las relaciones sociales con los hombres mismos. La esencia de los procesos sociales para la dialéctica es entonces, la visión de la totalidad. La dialéctica es la comprensión de los procesos sociales como totalidad, históricamente constituidos con base a sus propias contradicciones que generan el constante cambio, ora, hacia delante gradualmente o revolucionariamente a saltos, ora retrayéndolo a estadios anteriores, para volver a empezar el proceso.
En relación con la expresión externa, sus manifestaciones formales, lo que es dable medir, la conducta manifiesta de un sujeto, el número de kilómetros ferroviarios construidos, los ingresos y egresos de un individuo que suelen aparecer como fenómenos autónomos, naturales, y más aun, como lo único real y verdadero es lo las ciencias positivistas reducen el marco de sus preocupaciones y tareas. Para ellas, estos fenómenos son la causa o base para explicar el mundo. A este campo pertenece:
El mundo de los fenómenos externos que se desarrollan en la superficie de los procesos realmente esenciales.
El mundo del trafico y la manipulación, o sea de la praxis fetichizada de los hombres, que no coinciden con la praxis critica y revolucionaria de la humanidad.
El mundo de las representaciones comunes, que son una proyección de los fenómenos externos en la conciencia de los hombres, producto de la práctica fetichizada y la ideologización.
Este mundo de la pseudoconcreción comprende, en síntesis, las manifestaciones que forman un claroobscuro de verdad y engaño: su elemento propio es el doble sentido. El fenómeno muestra la esencia y al mismo tiempo la oculta. Por si mismo no llega a develar la esencia de los acontecimientos.
Esto quiere decir, lo señala Karen Kosick[1] que el objeto de la esencia es determinar los aspectos dialécticos de las cosas: lo esencial y lo secundario, sin llegar jamás a manejarlos separados unos de otros. El positivismo maneja sólo lo exterior, lo fenoménico, mientras que la filosofía idealista aspira a encontrar la esencia de las cosas, desechando lo inmediato, la praxis, la vida cotidiana a la que desprecia. De esta manera, ambas corrientes parcializan la realidad. Sus conceptos son pues, unilaterales. Los conceptos para el materialismo dialéctico, vienen a ser los postulados filosóficos que comprenden los aspectos esenciales y secundarios, delimitados cada uno, pero presentados como parte de un todo: de la unidad.
Lo esencial de una realidad determinada, no es su forma de expresión, que viene a ser el fenómeno, sino la estructura interna, el núcleo de causas que lo determinan. A sí por ejemplo., en la miseria generalizada de san salvador, la expresión insalubridad, la desnutrición, la alienación, el alcoholismo, etc., pero la esencia de ello hay que buscarla más hondo a tras de esas manifestaciones. Porque estas mismas expresiones pueden ocurrir en otro pueblo, en una aldea norteamericana o en cualquier otra parte. El fenómeno miseria puede aparecer en varios sitios de la sociedad presente, ya no digamos en el pasado, pero lo que lo explica no son las mismas razones o causas. La esencia de ello es el modo de producción, que es quien viene a determinar y explicar cada una de estas expresiones de miseria. Cuando una señala el concepto de modo de producción está proponiendo un elemento teórico que puede explicar la esencia de esa miseria. Es diferente si propongo el concepto bajos salarios, porque lejos de ser la esencia, la causa, es también efecto, expresión externa de la miseria. El concepto es entonces la explicación última, más general de los hechos sociales, en el cual se reúne globalmente la esencia y el fenómeno.
Finalmente, cabe mencionar la distinción que hace Eli de Gortari[2] respecto a los conceptos. Para este autor los conceptos científicos poseen siempre un aspecto cualitativo o intención y un aspecto cuantitativo o extensión.
La intención comprende al grupo de cualidades de los procesos que el concepto contiene en su determinación.
En cambio la extensión indica la cantidad de procesos a los cuales se refiere la determinación de los conceptos.
Es por ello que los conceptos no son juicios ideales, términos elaborados por la filosofía sin base real, sino por el contrario, son abstracciones de los procesos sociales reales, que continuamente varían en sus dimensiones cuantitativas y cualitativas, en relación al tema o problema a investigar.

LAS CATEGORÍAS.
“Las categorías económicas son el resultado del estudio y la comprensión del conjunto de un sistema económico determinado. Pero aún siendo producto del proceso histórico, las categorías económicas son al mismo tiempo el resultado de un proceso de pensamiento que se ha abstraído de la realidad histórica infinitamente compleja y diversificada.
De hecho, es toda la relación dialéctica de lo abstracto y de lo concreto lo que se vuelve a encontrar en las relaciones entre las categorías económicas y la realidad histórica.
Frente a esa relación dialéctica entre la realidad histórica y las categorías económicas, dos errores metodológicos deben ser evitados. No se debe confundir la realidad compleja con su reproducción simplificada en el pensamiento teórico, es decir, no cerrar los ojos frente a todas las complejidades de la realidad. Siempre infinitamente más rica que la teoría que por su naturaleza es más simplificada
Pero es necesario evitar al mismo tiempo caer nuevamente en el eclecticismo, o sea se debe evitar que se rechace la aplicación de las categorías abstractas ala realidad concreta, bajo el pretexto de que la realidad es mucho más rica y más compleja que las categorías. A pesar de su complejidad esta realidad no puede ser comprendida en su totalidad, es decir, en el desarrollo de sus contradicciones, más que con la ayuda de las categorías abstractas.” [3] con lo anterior nos quiere el autor citado ponernos en guardia contra la corriente metodológica deductiva reductora de la realidad a las categorías del marco teórico, a sí como también en contra de la tendencia del método inductivo, a despreciar la guía teórica que determina el para qué, el cómo, y el cuando, de los investigados.
Ejemplos, de categorías pueden ser: clse social, conciencia de clase, monopolio, Estado populista, alienación.
Podemos afirmar entonces que las categorías son aquellas partes integrantes del concepto que van a estar implicadas necesariamente en la orientación del juicio científico. Por lo tanto, las categorías de un concepto, tomada en su conjunto, sirven para delimitar su dominio. Es decir, sirven para concretizar el enfoque con que se utiliza ese concepto.
Por ejemplo, el concepto modo de producción capitalista puede concretizarse desde el punto de vista histórico y entonces se integra con las categorías de capitalismo mercantil, capitalismo liberal, capitalismo imperialista y capitalismo neoimperialista o tardío. Pero sí el concepto de modo de producción capitalista quiere utilizarse en relación a la sociedad actual, las categorías que determinan con mayor exactitud esa orientación son otras categorías diferentes a las anteriores: capitalismo central y capitalismo periférico o incluso, si se plantea investigar una realidad social desde otra perspectiva, pero a partir del mismo modo de producción capitalista, las categorías son quienes lo vendrían a delimitar y orientar en la dirección requerida. Se desea estudiar un país capitalista en particular, en donde las categorías integrantes serían entonces estructura económica, estructura social, estructura cultural, estructura política, etc.
De esta manera las categorías adquieren un carácter histórico concreto porque corresponden a formas de producción social específicas. Las categorías no son por lo tanto, ni eternas ni abstractas, ni obligatoriamente utilizadas siempre dentro de los mismos conceptos.




[1] Karel Kosick. Dialéctica de lo concreto.
[2] Eli de Gortari. Introducción a la lógica.
[3] Ernest Mendel. La formación del pensamiento económico de Marx.

EL ORIGEN DE LA FILOSOFÍA

INTRODUCCIÓN.
Vivimos una época de cambios acelerados, en todos los aspectos de la vida cultural de la sociedad. Cambios en la Ciencia, la técnica, la tecnología, la industria, el comercio, la educación y en la moral. En pocas palabras en todos los ordenes de la vida del hombre.
Pero además, vivimos una época de un exacerbado pragmatismo que nos está conduciendo por causes sumamente peligrosos. Que de no ponerles atención y la medicina correcta corremos el riesgo de una profunda deshumanización. Sin duda alguna, la concepción tecnocratita del desarrollo nos ha vendido la idea de que ya no se necesita pensar; que esos tiempos ya pasaron y como ya no están de moda ya no hay que estudiar las Ciencias sociales, peor aún la filosofía.
Este mensaje no sólo es promovido por la burguesía internacional y nacional, sino que además, por algunos profesionales sobre todo de las carreras técnicas que desconociendo su contenido y significado las despotrican y las desprecian.
No hay duda que detrás de dicho mensaje hay todo un contenido político e ideológico el cual se pretende ocultar y que no se atreven a expresar claramente.
No cabe duda esta posición hostil hacia las ciencias sociales es un indicador de que las Ciencias sociales les estorban para realizar el currículo oculto, el cual se ajusta al modelo económico neoliberal.


Pero como bien lo señala Adolfo Sánchez Vásquez,

en apariencia el ataque es contra la filosofía, pero, en realidad es contra cierta filosofía. Es la posición que adoptan en nuestros días ciertos medios cientístificistas (que no científicos) o tecnócratas. A partir de la supuesta defensa del verdadero saber, la ciencia y de la técnica, como aplicación de ella, se asume una posición hostil también a la filosofía y por tanto, hostil también a su enseñanza a nivel medio o Universitario. La filosofía se presentaría, como lo probaría la diversidad, falta de objetividad del verdadero conocimiento, es decir, como pura especulación, y de ahí su inferioridad frente a la Ciencia. (Adolfo Sánchez Vásquez. Filosofía y Circunstancias. p. 37)
Pero además, hay posiciones hostiles a la filosofía fruto muchas veces de la influencia que ejercen los medios de información sobre todo de aquellos profesionales que tienen una magra formación en dichas áreas del conocimiento y que dicho sea de paso le hacen el juego a la burguesía, sea conciente o inconsciente.
Carlos Marx, fue preciso hace mucho tiempo al señalar que bajo el sistema capitalista “la burguesía ha despojado de su aureola a todas las profesiones que hasta entonces se tenían por venerables y dignas de piadoso respeto. Al médico, al jurisconsulto, al sacerdote, al poeta, al hombre de Ciencia, los ha convertido en sus servidores asalariados” (Carlos Marx. Obras escogidas un solo tomo. P.35).
Pero la situación se torna hoy en día mucho más crítica ya que, no sólo es que las profesionales nos hayamos transformado en asalariados, sino que además, la burguesía promueve aquellas profesiones utilitarias, que según ellos son rentables (Carreras tecnológicas), situación que se expresa con diáfana claridad en la Universidad en la que hay una posición privilegiada para todas aquellas profesiones que no tienen nada que ver con las Ciencias sociales o la filosofía. Esta situación indiscutiblemente no abona en nada al desarrollo del pensamiento crítico de los estudiantes al contrario coadyuva a generar aversión de los estudiantes hacia este tipo de ciencias. Pero sí se le causa un enorme daño a la Universidad ya que, pierde uno de los fines primordiales de la Universidad como es la de formar intelectuales de altos quilates para la sociedad.
Ante esta situación es legítimo que nos formulemos algunas interrogantes en torno a la filosofía.
¿Vale la pena que todos los profesionales estudien las diversas filosofías? ¿Para qué sirve la filosofía? ¿Cómo se debe enseñar la filosofía? ¿Es cierto que sólo los filósofos pueden o deben impartir la filosofía? ¿Cuál es la función de la filosofía dentro del pensun de estudio de una carrera? Obviamente, para responder a todas estas interrogantes más tiempo y que el espacio sea exclusivamente para abordar estos problemas. En esta ocasión me centraré a reflexionar en torno al origen de la filosofía y al tipo de problemas que estudia.
ORÍGENES DE LA FILOSOFÍA.
El objeto de la Ciencia filosófica, es decir, el campo de cuestiones que investiga, ha variado constantemente. Esta variación del objeto de la Ciencia no constituye una peculiaridad específica de la filosofía. En el siglo XIX, por ejemplo, se consideraba que la esfera de la física, era el estudio del movimiento de las moléculas como los electrones, los protones y las partículas elementales, de las cuales la física antigua no tenía ni la más leve idea. Lo mismo ocurre con las demás Ciencias. (P.v. kopnin. Lógica Dialéctica. P. 13.).
Lo anterior significa sin duda alguna, que cuando se trata de examinar rigurosamente los orígenes históricos de una Ciencia es necesario analizarla en su proceso de devenir, cambio y transformación.
Algo que hay que destacar en el proceso de desarrollo histórico de la filosofía es el hecho de que siempre ha sido la “concepción del mundo de determinados grupos sociales” (M. A. Dynnik. Historia de la filosofía. P.13.).
Como se mencionaba anteriormente el objeto de estudio, es decir, el círculo de problemas estudiado por ella en el curso de su trayectoria histórica, ha cambiado reiteradamente y, en ocasiones, de un modo radical. Sin embargo, pese a ello, el problema filosófico fundamental ha sido siempre, y sigue siendo hasta hoy, el problema de las relaciones entre el pensamiento y el ser, entre el espíritu y la naturaleza, la conciencia y la materia.
Según como los filósofos den respuesta a esta interrogante, se dividen en dos campos fundamentales. Idealistas y Materialistas.
Desde sus orígenes, las dos tendencias fundamentales y opuestas entre sí – el materialismo y el idealismo—libran una lucha constante, lucha que se refleja, en última instancia, la que se libra en la sociedad dividida en clases.
Esta lucha de clases en la sociedad es la principal fuerza propulsora del desarrollo social, así como todas las formas de conciencia social, incluida la filosofía. Hay que agregar a ello que, el materialismo (con pocas excepciones), expresa la concepción científica del mundo y la teoría correcta de la clase obrera para luchar contra la opresión y explotación impuesta por las clases dominantes. Por otra parte, la filosofía para que surgiera como tal tuvo que atravesar algunas premisas que son fundamentales, dentro de las cuales se pueden mencionar las siguientes:
· PREMISA SOCIAL. La premisa social que dio origen a la filosofía fue el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción de la sociedad, la aparición de una sociedad más progresiva en comparación con la anterior. Existía una necesidad social que condujo al surgimiento de la filosofía. El desarrollo de la producción exigía ideas realistas sobre los fenómenos del mundo. (Ibid. P.14). por otro lado, la lucha de clases, hizo su aparición al surgir la sociedad dividida en clases antagónicas. Esta situación reclamaba su expresión ideológica en forma de determinada concepción del mundo. En este mismo orden se da otra premisa que resulta de vital importancia para el desarrollo de la misma.
· DIVISIÓN DEL TRABAJO. Esta premisa lleva consigo la separación del trabajo intelectual del manual, es decir, de la división de la producción en material (producción de objetos) y la espiritual (producción de ideas). La aparición de la filosofía demuestra que la actividad espiritual se había hecho relativamente independiente.
Por lo general suele argumentarse que, la filosofía es la Ciencia de la sociedad, llámese esta, esclavismo, feudalismo, capitalismo o socialismo.

1.1. DIVERSOS CONCEPTOS DE FILOSOFÍA.
Por la misma naturaleza y por el objeto de estudio de la filosofía resulta difícil de dar un concepto acabado de la misma; pues en cada sociedad la filosofía tiene un papel distinto que jugar, por lo tanto, solamente se pueden dar conceptos aproximados. De ahí que los conceptos que vamos a enumerar están condicionados por la concepción del mundo y la sociedad que a determinado filósofo le tocó vivir. De manera que, no podemos asumir un concepto como definitivo partiendo del principio dialéctico de la Ciencia de que no hay verdades definitivas sino relativas.
· Blauberc y P.kopnin. Sostienen que la filosofía es una forma de la conciencia social que constituye el sistema de conceptos más generales sobre el mundo, el lugar que ocupa en éste el hombre; es el fundamento teórico de la concepción del mundo.
· M. M. Rosental y P.F. Iudin. Estos filósofos plantean que la filosofía es la Ciencia sobre las leyes universales a que se hallan subordinados tanto el ser (es decir, la naturaleza y la sociedad) como el pensamiento del hombre, el proceso de conocimiento.
· Leonor Martínez Echeverri y Hugo Martínez Echeverri, manifiestan que la filosofía es una ciencia universal, ya que abarca la totalidad de lo real, penetrando hasta las razones absolutamente últimas. Y constituye una interpretación de las demás Ciencias y, también, aporta claridad y ciertas bases a ellas. También se encarga de la explicación de las causas que dieron origen al mundo.
1.2. ¿QUÉ ES LA FILOSOFÍA?
La filosofía es la teoría de la experiencia humana. No tiene puesta la mirada en el mundo sobrenatural, como cree mucha gente, sino que se interesa por la realidad efectiva del hombre y del medio en que vive. En cuanto teoría, está constituida por conceptos a veces muy generales y, al parecer, apartados de lo real; pero su punto de partida es la realidad humana tal como la vivimos.
Cuando la filosofía no hunde sus raíces en la dramática vida humana, se convierte en un mero aunque complicado juego intelectual.
La conexión entre la teoría y la realidad de la vida exige que la filosofía parta de situaciones concretas y llegue a la teoría debido a una exigencia de esclarecimiento y rigor, y no como resultado de una fría y artificial imposición académica.
La filosofía, en tanto, teoría, es abstracta y conceptual.
Su objeto de estudio, en cambio, es concreto, pues está constituido por el hombre y lo que el hombre hace. Partamos, pues de un hombre de carne y hueso en una situación determinada.
La filosofía tiene sus raíces en las preocupaciones dramáticas sobre el origen, destino y significado de la propia vida. Sin embargo, tampoco es un conocimiento desinteresado ni empresa pragmática, la teoría filosófica aspira a un saber que sirva para orientar la vida humana y brinde apoyo al anhelo de su mejoramiento. (R. Frondizi. Introducción a los problemas del hombre. P. 9-10).
1.4. ¿Qué es lo más importante en la vida? Si le pregunta a una persona que está en el límite del hambre, la respuesta será comida. Sí dirigimos la misma pregunta a alguien que tiene frío, la respuesta será calor. Y le preguntamos a una persona que está sola, la respuesta será seguramente estar con otras personas.
Pero con todas esas necesidades satisfechas, ¿Hay todavía algo que todo el mundo necesite? Los filósofos opinan que sí. Opinan que el ser humano no vive sólo de pan. Sin embargo, hay algo que todos necesitamos encontrar una respuesta ¿Quiénes somos y por qué vivimos?
Interesarse por el por qué vivimos no es por lo tanto, un interés tan fortuito o tan casual como, por ejemplo, practicar un deporte. Quién se interesa por cuestiones de este tipo está preocupado por algo que ha interesado a los seres humanos desde que viven en este planeta. El cómo ha nacido el universo, el planeta y la vida aquí, son preguntas más grandes y más importantes que quién ganó el campeonato mundial de fútbol.
La mejor manera de aproximarse a la filosofía es plantear algunas interrogantes filosóficas: ¿Cuál es la esencia de la naturaleza, del Universo? ¿El mundo ha existido siempre? ¿Ha sido creado? ¿Es eterno? ¿La naturaleza se desarrolla por vía propia, sin ingerencia de fuerzas sobrenaturales? ¿Qué es la materia? ¿Qué es la vida? ¿Qué es el hombre? ¿Cuál es su lugar en el mundo? ¿Cuál es su esencia? ¿Qué relación existe entre la conciencia y el mundo exterior? ¿Entre lo material y lo espiritual? ¿Entre lo ideal y lo real? ¿Entre lo objetivo y subjetivo? ¿Qué es el conocimiento? ¿Qué es la felicidad? ¿Cómo es el hombre? ¿Cómo debe ser? ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Cómo se creó el mundo? ¿Existe alguna voluntad o intención detrás de lo que sucede? ¿Hay otra vida después de la muerte?
¿Cómo podemos solucionar problemas de este tipo? ¿Por qué en el mundo existe tanta pobreza? ¿Por qué unos países son más ricos que otros? ¿Por qué en vez de disminuir la pobreza en los países atrasados como el nuestro esta sigue aumentando? ¿Por qué los fenómenos naturales en nuestro país siempre afectan a los sectores más pobres? ¿Será que los fenómenos naturales son el castigo que Dios les manda a los pobres? ¿Por qué siempre los gobiernos que elige el pueblo no responden a los intereses del mismo sino a los millonarios de este país? ¿Por qué en El Salvador existen unos pocos que tienen todo y la mayoría de la sociedad nada? ¿Por qué a los pobres el gobierno siempre les impone los elevados impuestos y a los millonarios de este país nada, al contrario les pagan por recaudarlos? ¿Es realmente justo que los pobres tengan que pagar gran cantidad de impuestos para mantener la riqueza de los grandes millonarios, para que vivan en la opulencia y el despilfarro y los pobres se estén muriendo de hambre, desnutrición y enfermedades que bien pueden curarse con poco dinero? ¿Hasta cuando los pobres vamos a permitir que unas pocas sanguijuelas sigan chupándole la sangre a la clase trabajadora? ¿Qué debe hacer el pueblo para que no lleguen al poder gobiernos mediocres, incapaces y corruptos? ¿Qué debe hacer el pueblo para evitar que lleguen a la asamblea legislativa diputados ignorantes, incapaces, vendidos, mediocres y corruptos?
En realidad si todo esto le atañe al hombre para vivir una vida digna como ser humano, no hay ninguna duda que tenemos que reflexionar y tomar una actitud de cambio por lo tanto, como sostiene Adolfo Sánchez Vásquez, “hay dos posiciones extremas, una dejar el mundo como está, dos rechazarlo y contribuir a transformarlo. Si de acuerdo con una actitud de concordancia con el mundo en que vivimos de lo que se trata es de dejarlo como está, la filosofía adecuada será aquella que se concilie con él y se limite, por tanto, de un modo a otro, a interpretarlo. Ahora bien, si de lo que se trata es de transformar el mundo por que se está en desacuerdo con sus relaciones de explotación, dominación y mercantilización, será preciso adoptar una filosofía como tal, como adecuada interpretación que contribuya a esa transformación”
Como se puede ver que resulta más fácil formularse preguntas de esa realidad; pero resulta aún más difícil contestarlas. La situación es obvia, por un lado no tenemos el hábito de la lectura y por otro no nos gusta esforzarnos, por que hemos desarrollado la cultura de la inmediatez. Vivimos la cultura del facilismo, hemos perdido la facultad de pensar y las generaciones actuales se están transformando cada día en robot esto gracias al desarrollo de la informática y los medios de comunicación masiva que han desarrollado una fórmula perfecta para adormecer las conciencias de los sectores oprimidos de todas las sociedades del mundo. En una sociedad como la actual en donde se premia al incapaz, al corrupto y se persigue a sangre y fuego al que piensa, al honesto, al trabajador, es una sociedad como dice Eduardo Galeano, “patas arriba”. Este contexto la filosofía no puede ni debe asumir una postura cómoda, pasiva e indiferente pues su misión ha sido históricamente crítica ante las injusticias la impunidad, los abusos de autoridad de gobernantes y funcionarios corruptos a si como los atropellos que se cometen en contra de los sectores más desprotegidos de la sociedad. Pero también hay que aclarar que no se está diciendo que es fácil contestar cada pregunta planteada; lo que pretende decir es que si los hombres de hoy en día hiciéramos un poco de esfuerzo probablemente podríamos encontrar algún tipo de respuesta que no fuesen las respuestas que a diario encontramos por el sentido común.
1.5. NECESIDAD DE LA FILOSOFÍA.
“La filosofía ha sido cosa muy distinta para los hombres de las distintas épocas. Tal situación es en realidad tan escandalosa que los profesores de filosofía no se pueden poner de acuerdo con respecto a la materia que enseñan, mucho menos respecto a las doctrinas filosóficas en particular. Parece que por muy absurda que sea una cosa, no falta nunca algún filósofo que la considere una verdad concluyente y definitiva, o que por muy gastados o tiránicos que sean los gobiernos o las instituciones, no falta algún filósofo que los considere como la meta final de la creación” (Howard Selsam. ¿Qué es la filosofía? P. 9-10) ¿A qué se debe dicha situación?. Es lógico que ante situaciones como la mencionada los seres humanos nos sorprendemos. Sin embargo, la filosofía nos enseña que detrás de todos esos planteamientos se mueven los intereses de clase que persiguen los hombres. De ahí que para develar las causas de dichos fenómenos tengamos que echar mano de las Ciencias filosóficas. De lo anterior se desprenden unas interrogantes ¿Para qué sirve la filosofía? ¿Es necesaria la filosofía? En primer lugar tratemos de responder a la primera interrogante.” La filosofía ha cumplido siempre una función social; desde el momento en que contribuye a una aceptación o rechazo del mundo; o también –como se decía antes-- a dejarlo como está o transformarlo. La filosofía contribuye a ello al señalar el puesto del hombre en su relación con el doble ámbito en que discurre la vida humana: la naturaleza y la sociedad. Esto explica que las clases sociales nunca se hayan considerado indiferentes o neutrales ante la actividad filosófica. Y ello es así porque al señalar el modo de instalarse el hombre en esos ámbitos, y su actitud ante ellos, la filosofía toca directa o indirectamente problemas que afectan la vida social e incluso la práctica política”.
A la pregunta de que sí es necesaria la filosofía sólo se podría contestar que es la única Ciencia general que nos plantea el camino para que el hombre pueda emanciparse de los prejuicios, las creencias y las actitudes irracionales que hacen al hombre comportarse como criaturas inocentes ante el mundo que le rodea. De ahí que la filosofía para pensar el mundo deba cumplir con los siguientes requisitos..
· Mantener los ideales, fines o propósitos sin los cuales carecería de sentido la función práctica, vital que se le asigna a la filosofía.
· Apoyarse en el fundamento racional que nos proporcionan las ciencias, pues ninguna transformación del mundo será posible sobre la base de ilusiones, falacias o supersticiones.
· Suspender los prejuicios, argumentos de autoridad o sofismas que tienden a velar o justificar lo que tratamos de transformar.
· Adoptar una actitud crítica incansable en todas las direcciones: Como crítica de las ideas dominantes pero también de nuestras propias ideas, y a su vez, como crítica de la realidad existente.
· Admitir finalmente él dialogo, la discusión, el intercambio de razones, lo que significa por tanto, reconocer que no poseemos el monopolio de la verdad y que estamos abiertos a las razones y a la crítica.
1.6. FORMAS DE LA CONCIENCIA SOCIAL. Son las distintas formas del reflejo, en la conciencia de las personas del mundo objetivo. Las formas de la conciencia social abarcan la ideología política, la conciencia jurídica (derecho), la moral, la religión, la Ciencia, el arte, y la filosofía.
Cada una de estas formas refleja determinado aspecto de la realidad. A sí en la ideología política se reflejan las relaciones entre las clases y las naciones, los Estados; en la moral, la relación de las personas, la relación del hombre con la colectividad.


1.7. SER SOCIAL Y CONCIENCIA SOCIAL. El ser social es la vida material, económica, de las personas en la producción de bienes materiales y las relaciones que las personas contraen en el proceso de producción.

CONCIENCIA SOCIAL. Por conciencia social se entiende la vida espiritual, ideológica de la sociedad, los puntos de vista y representaciones de las personas, teorías políticas, jurídicas, morales y otras.
El problema de la interrelación entre el ser social y la conciencia social es el problema de qué es lo primero, lo fundamental de la vida social, lo que determina su desarrollo, y qué surge como derivado, dependiente.

1.8. CULTURA DE LA INMEDIATEZ. Es el fenómeno que se produce en la sociedad como resultado de la gran producción de conocimiento y que las personas no tienen la capacidad de asimilarla de manera crítica; sino por el contrario la asumen como verdadera. Pero que distorsionan la realidad. La cultura de la inmediatez tiene algunos efectos negativos para el desarrollo de la sociedad. Por ejemplo:
· Separa el pensar del actuar lo cual inmoviliza al hombre para que pueda buscar las causas reales de los problemas y contribuir a su transformación.
· Imposibilita el crecimiento y desarrollo de los seres humanos ya que, no promueve el dialogo por lo tanto, la posibilidad de escuchar al otro queda inhibido.
· La institución que por excelencia promueve este tipo de cultura es la escuela y la universidad. En donde el dialogo entre educando y educador se ve condicionado por una relación administrativa en última instancia. En la cultura de la inmediatez no hay espacio para promover los valores como la democracia, la solidaridad, la justicia y la tolerancia.
· En la cultura de la inmediatez al estudiante le agrada lo fácil, lo que le proporciona satisfacciones inmediatas aunque estas sean superfluas. No tiene el hábito de la lectura y si algunas veces lee algún tipo de literatura esta únicamente sirve para confundirlo y crear aversión hacia la lectura científica.
En conclusión nos encontramos ni más ni menos que ante una cultura light, ante un hombre light, deshumanizado, carente de valores, principios morales, es decir, un hombre vacío tal y como se nos presentan los diferentes productos light que nos venden en los supermercados, productos sin grasa, pero como dicen los médicos sin sustancia que no ayudan en nada a la nutrición pero sirven para engañar a los incautos.
En el marco de esta cultura encontramos que el consumismo en cuya fuerza está la publicidad masiva y la oferta y en la oferta bombardeante que nos crea falsas necesidades. Este es el terreno fértil donde funciona el hombre light quien es absorbido de una manera ingenua por la publicidad y el ansia de tener, consumir y aparentar. El hombre light no es capaz de pensar por si mismo, es fácil de manipular, porque su cultura es frágil, es pragmático, le interesa aquello que es rentable ya. Por eso tiene un cierto rechazo a las ciencias que lo tratan de hacer pensar.
Para este hombre producto de la “sociedad postmoderna” la meta última es hacer dinero, es decir, su ambición es tener pero no ser. Para este tipo de persona todo vale no hay nada importante, él vive la vida, el placer, lo que le interesa es vivir el hoy, es alguien que nunca se compromete con nada, busca una novia nada más para ver si logra la oportunidad de acostarse con ella, pero no para formalizar nada serio. Es un hombre hedonista, materialista y nihilista.
Nadie duda de que “la felicidad es la máxima aspiración del hombre, hacia la que apuntan todos los vectores de su conducta, pero si queremos conseguirla, debemos buscarla. Además, la felicidad no supone un hallazgo al final de la existencia, sino a través de su recorrido” (Enrique Rojas Montes. El hombre light).

FUENTES CONSULTADAS.

Adolfo Sánchez Vásquez. Filosofía y Circunstancias. Editorial Átropos.
M.A. Dynnik. Historia de la filosofía. Editorial Grijalbo. México DF 1957.
Eduardo Galeano. Patas arriba. Editorial Tercer Mundo, Mayo del 2001.
Jostein Gaarder. El mundo de sofía. Editorial patria. 19
Howard Selsan ¿Qué es la filosofía? Editorial Universitaria.
Enrique Rojas Montes. El hombre light. Editorial Biblioteca.